Los Sacramento Kings toman nota de De Larrea en Bilbao

Sergio de Larrea Asenjo tiene 18 años. Todo el mundo en el baloncesto español sabe que es uno de los mejores proyectos de jugador de la generación del 2005 en Europa, como ha ido acreditando en las categorías inferiores tanto a nivel de club como de selección. En su desarrollo, puesto que aún está en formación, todos los pasos deben darse con tranquilidad pero también con la normalidad de asumir que los grandes talentos, todos han pasado por ese filtro, acaparan los focos. En Bilbao, tal y como pudo confirmar este periódico, el pucelano tuvo el seguimiento de un ojeador de los Sacramento Kings de la NBA. No es la primera vez que ocurre esta temporada, puesto que a la Fonteta ya se han acercado varios. Esa es la normalidad para los talentos, como en su momento vivieron De Colo o Claver jugando en el Valencia Basket. De Larrea firmó su segundo buen partido de la semana más allá de sus 13 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias (todo ellos topes en la ACB en su aún corta carrera) y un +15 en el ratio del +/- es pista, el mejor de su equipo.

En esa normalidad también entra Pedro Martínez. Un estilo de entrenador perfecto para un jugador en formación y que nadie duda que es el que le va a pulir para mejorarlo como jugador al acabar la temporada. Es por ello que el catalán volvió a repetir su discurso cada vez que se le pregunta por el rendimiento de De Larrea: «Lo que pasa es que entre todos nos gusta inflar los globos. Ahí no voy a entrar, de la misma manera que cuando se puede un partido no me gusta señalar a un jugador pues lo mismo ganando. Si es joven más aún, porque nos los cargamos con las expectativas. Como tengo experiencia, ahí no voy a entrar porque ha pasado muchas veces. Es un proyecto del club y no está aquí porque le haya tocado la lotería. Nosotros lo que tenemos que hacer es ayudarle». Lo más importante, es que el jugador tiene la cabeza bien amueblada. Estudiante de ingeniería y sabedor, tal y como reconoció en una entrevista en LAS PROVINCIAS, que con 18 años es más importante el entorno donde creces como jugador que el dinero que ingresas en el banco.