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Prepelic, ante De Colo en el choque ante Asvel el pasado viernes M.A. POLO / EFE
El triunfo que define un vestuario unido

El triunfo que define un vestuario unido

El Valencia Basket asalta la casa del doble campeón de la Euroliga dando un recital. Dos tiros libres de Jones dan la victoria a los taronja en un final de infarto tras un trabajo defensivo liderado por López-Arostegui

Martes, 18 de octubre 2022, 18:43

El deporte suele ser cruel pero tiene sus topes. El Valencia Basket llegaba a Estambul acumulando cuatro derrotas seguidas y las dos últimas en jugadas al límite. No podía llegar una tercera. Por lo civil o lo criminal. En un final de infarto, dos tiros libres de Jones a cinco segundos (91-92) fueron los últimos puntos en subir al marcador pero aún quedaba por sufrir. Mucho. Una gran defensa de Claver sobre Clyburn terminó, revisión mediante, con balón para el Valencia Basket con 4.8 por jugar.

Jones no recepcionó, el balón se perdió por la banda... y cuando los valencianos lo estaban celebrando se revisó otra vez el reloj. Una décima. Un suspiro. Lo que tardó la palma de la mano de Alexander en tocar el balón. Final, victoria y oxígeno. Tras una semana de muchos nervios, la primera victoria en la Euroliga de los taronja sabe como tres. Pero es una, sólo una. Ahora, con algo más de calma, la expedición valenciana se trasladará este miércoles al lado asiático de la ciudad para preparar el duelo con el Fenerbahce.

En el baloncesto no sólo se gana metiendo canastas. También defendiendo. En los momentos calientes del partido, el paso al frente atrás de Claver y López-Arostegui fue fundamental. Casi lo mismo que los 20 puntos de Dubljevic (otro que dio su mejor versión del curso tras las lesiones de Webb III y Rivero) o los cuatro triples sin fallo de Van Rossom. El Valencia Basket, que ganó por primera vez en la casa del Efes, metió 16 triples y se quedó a uno de su récord en la Euroliga. Desde el primer cuarto, quedó claro que los taronja no habían viajado a Estambul de paseo. Ni mucho menos. Con el acierto desde el triple (5 de 9 en el primer cuarto y 12 anotados al descanso) fue creciendo la confianza de los de Mumbrú para terminar el primer cuarto 21-20 con un conjunto turco en el que tuvo que salir la mejor versión de Micic para estar en el partido.

Al descanso, el 45-45 dejaba claro que el partido estaba abierto. Los nervios, como le ocurrió a los taronja contra el ASVEL, eran para el Efes. La presión de no fallar en casa. El Valencia Basket intentó derribar el muro con varios golpes (57-60 y 84-85 tras levantar un 73-66) y lo acabó tumbando.

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