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Catarsis en la Fonteta

El Valencia Basket se da un baño de confianza pasando por encima del Bayern

Viernes, 15 de noviembre 2019, 20:13

El Valencia Basket tiene mañana ante el Bayern en la Euroliga, a las 21 horas, una buena oportunidad para reencontrarse con la senda del triunfo. Será el primer partido tras la ratificación en el cargo de Jaume Ponsarnau. El técnico ha explicado hoy, en su rueda de prensa previa al partido, los términos de la reunión del lunes con Paco Raga y Chechu Mulero: «Hablamos de muchas cosas y reflexionamos sobre cómo podíamos cambiar el rumbo de victorias y derrotas. El club veía que el club se está esforzando al máximo, que habíamos mejorado pero todos veíamos que nos faltaba un punto de competitividad en saber llevar mejor los partidos igualados. Algunos partidos habíamos empezado a remolque y nos había condicionado pero veían que lo mejor que se podía hacer era apostar para seguir persistiendo. Eso quiere decir, de momento y hasta que se pueda, seguir confiando en mi trabajo. Es reconfortante porque en este mundo donde se valora tanto el resultado que ahora se haya valorado el trabajo que estamos haciendo entre todos lo veo positivo. Ahora tengo la responsabilidad de responder a esta confianza siguiendo trabajando al máximo para ayudar a los jugadores a encontrar su mejor juego».

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Preguntado por si pesa el tener sobre los hombros la duda permanente en un racha de derrotas, el de Tàrrega se ha mostrado sincero: «No negaré que no es agradable pero hace mucho tiempo que descubrí que es parte del trabajo de ser entrenador profesional. Es algo que se tiene que asumir y llevar. No eres un buen entrenador profesional hasta que esto no lo llevas. Ahora toca volverlo a llevar. Lo más importante es estar focalizado en lo que se tiene que estar que es ayudar a tu equipo a ser competitivo y a mejorar. Me tengo que responsabilizar en muchas cosas, creo que tenemos talento pero aún no tenemos calidad para competir y ganar todos los partidos que queremos ganar. Se trata de persistir y mejorar«.

Con respecto al ambiente que espera hacia su figura mañana, Ponsarnau es consciente del descontento general de la grada con respecto a su trabajo y quiso hacer una petición no para él sino para el equipo: «No espero el mejor recibimiento ni la mejor salida a la pista pero es lo que hay. Lo que toca es asumirlo, el público paga su entrada o su abono para hacer lo que quiera hacer. Lo tengo que asumir y ya está pero sí que me gustaría que durante el partido el público esté con los jugadores porque cuanto más estén con los jugadores más oportunidades tendremos para ganar y menos oportunidades tendrá el equipo visitante para hacerse fuerte. Venimos de perder un partido como el de Murcia donde el público nos dijo de todo durante el partido y eso fue un factor. Ahora jugamos en casa, no queremos que nuestro público le diga de todo al otro equipo pero sí que nos animen a nosotros porque eso nos ayudará y como nos ayudará sería bueno para hacernos todos juntos más competitivos que es lo que queremos».

El de mañana será el primero de cuatro partidos seguidos en la Fonteta en una semana, a los que seguirán el Zaragoza, el Zenit y el Khimki: «Se trata de mejorar cómo llevar los momentos clave de los partidos e intentar jugar estos partidos con la Fonteta. No somos nadie para pedir, porque los primeros que no estamos consiguiendo los resultados somos nosotros, pero sabemos que todos juntos podemos ser más fuertes. Jugar en la Fonteta para nosotros es una oportunidad. En la Euroliga aún quedan muchos partidos para cambiar la dinámica y dar ese paso que nos falta para ser competitivos. Para nosotros el partido ante el Bayern es otra oportunidad para hacer ese paso. El equipo está concienciado, mentalizado y sigue trabajando muy bien«.

Con respecto al rival de mañana, el Bayern de Lucic, el técnico destacó el físico del conjunto alemán: «Jugamos contra un equipo muy físico, este es su valor más importante y a lo mejor el equipo de toda la Euroliga que juega más cerca de la pintura, con jugadores que dominan el juego de poste bajo desde el equilibrio y la capacidad de sacar ventajas, en la posición de cinco, de cuatro, de tres e incluso de uno. Es un equipo que está tirando de forma muy eficaz de tres, a partir de ventajas que sacan desde la pintura. Vamos a tener que afrontar el reto físico y aspectos como el rebote y las pérdidas en partidos así son muy importantes«.

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«Le sacaron un buen pedrusco», así de gráfico ha resumido la operación de rodilla de Van Rossom: «Está animado y sabe lo que hay. Una de las cosas por las que estaba apesadumbrado es porque las sensaciones que tenía eran buenas pero tenía un dolor en la rodilla que era inexplicable. Ahora tenemos claro el motivo, el elemento del dolor ha salido y ahora tiene que recuperarse. Como sabe recuperarse de estas cosas está fuerte y animándonos para ver si ganamos el partido». ¿Ha probado situación con Loyd al uno en el mes que estará de baja el belga? «Con Jordan Loyd estamos en un proceso de adaptación. Estamos satisfechos de su evolución porque va encontrando cada vez más su juego pero nos falta integrarlo en el juego de creación para que nos pueda ayudar en esa posición. Está mostrando una gran capacidad de ejecución. El que sí que estamos entrenando en la posición de base por si es necesario es con Alberto Abalde y lo está haciendo bien«.

Desde hace muchos años, cuando un partido en la Fonteta termina con los acordes del pasodoble Valencia es que el conjunto local ha conseguido no sólo una victoria sino una con buen juego y convincente. Todo el club, desde su afición a la plantilla, necesitaba volver a escuchar los acordes del maestro Padilla. El triunfo de los taronja frente al Bayern no sólo fue la segunda victoria en la Euroliga, que les deja con los mismo triunfos que un grande como el Fenerbahce, sino una catarsis colectiva; para Jaume Ponsarnau y su cuerpo técnico, que superaron la reválida, y para jugadores como Motum o Marinkovic, que disputaron su mejor partido con la camiseta naranja. Sumar jugadores, estirar la rotación, será clave esta temporada. Con una rotación corta más canónica, Abalde y N'Dour participaron tres minutos para dar descanso pensando en el Zaragoza, el Valencia Basket disputó el partido más completo de la temporada, reflejado en el 110-38 en valoración. La brecha de la desconfianza entre la grada y Ponsarnau no se cerró, se vio claro en varios momentos del encuentro, pero el club quiso arropar al de Tàrrega bajando al vestuario, con Raga, Solá y Mulero, para felicitar a todos los integrantes del cuerpo técnico.

El conjunto taronja saltó al parquet muy concienciado con un plan de partido en el que el cuerpo técnico había incidido en el juego interior del Bayern como el generador del juego. Dubljevic se aplicó con Monroe, al que anuló en los cuatro primeros ataques de los alemanes, y Marinkovic y Vives pusieron los puntos (9-3). El único pero de un primer cuarto muy serio de los locales fue que no pudo, por la falta de acierto y tres pérdidas, abrir una distancia en el marcador que fuera más acorde al 28-10 de valoración (Monroe con un -3). Ese ratio dejaba claro el equipo que mejor estaba sobre la pista... pero el marcador, lo que cuenta para decidir quien gana y quien pierde, reflejaba un 20-16 que dejaba el encuentro totalmente abierto.

Valencia Basket

Vives (13), Marinkovic (19), San Emeterio (2), Labeyrie (2), Dubljevic (11) -cinco titular- Colom (9), Loyd (3), Ndour (1), Abalde (-), Tobey (4), Motum (14) y Doornekamp (4).

82

-

56

Bayern Munich

Koponen (9), Lucic (14), Barthel (3) Monroe (4) -cinco titular- King (3), Dedovic (2), Zipser (4), Nelson (4), Radosevic (2) y Flaccadori (-).

  • Parciales: 20-16, 19-13 (39-29), 20-18 (59-31), 23-9 (82-56).

  • Árbitro: Christodoulou (GRE), Silva (POR) y Rossi (ITA). Sin eliminados.

  • Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de la fase regular de la Euroliga disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.166 espectadores.

El momento clave de la primera parte llegó cuando el Bayern consiguió su única ventaja, un 24-25 con un triple de Maodo Lo. La respuesta de la grada fue de ánimo, algo que aplacó los nervios en los siguientes ataques, con dos canastas de Motum y Colom (28-25 ) que sirvieron para que el Valencia Basket se marcara sus mejores minutos en el arranque de la Euroliga. Intensos atrás y con un Marinkovic con la muñeca caliente que, además de defender a Koponen, se marchó con 13 puntos al descanso. Desde esa triple de Lo, un parcial de 15-2 permitió a los taronja poner la máxima renta de la mano de Vives (39-27), aunque los hombres de Radoncic rebajaron dos puntos (39-29). En valoración, los locales arrasaban (50-20).

Siete puntos seguidos de Lucic, que se emocionó con la ovación de la grada en el inicio, metió al Bayern en el arranque del tercer cuarto (39-36). Ponsarnau paró el partido y su equipo volvió con un parcial de 10-0 (49-36) que cimentó, con Vives y Motum (ocho puntos seguidos), el 59-47 al final del tercer cuarto. Las caras eran claras... ese partido no se podía escapar. Con el 23-9 se finiquitó. Ponsarnau no escondió su alegría tras el choque: «Creo que el mensaje de tranquilidad del club sí tiene vasos comunicantes, a partir de sentar las bases hay que agarrarse para seguir compitiendo».

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