Sin ideas, físico ni actitud no se gana a ningún equipo de la ACB

El Valencia Basket frenó en Zaragoza su buena racha de victorias en la ACB, cuatro seguidas, tras un mal partido contra el Casademont que supo aprovechar todas las carencias de los taronja. Las cinco bajas de la previa, cuatro lesionados más el descarte extracomunitario, y el mal partido de los valencianos, con bajo tono físico tras una semana viajera pero también con mucha merma de actitud en la pista. La ACB, el peaje competitivo de los equipos españoles en la Euroliga, eso no lo perdona. Las bajadas de tensión son mortales en la Liga Endesa. El mejor ejemplo fue Webb III, que se fue desesperando en la pista al mismo tiempo que Mekowulu le sacaba de ella hasta llegar a la jugada decisiva. En los últimos segundos del tercer cuarto, con 55-55 en el marcador, Fisac recibió una técnica por protestar y en ese contexto Webb III hizo su cuarta falta, clara, y cuando fue cambiado aplaudió la decisión de forma irónica. El público pidió la técnica, Mumbrú lo calmó, su jugador repitió el gesto... y se llevó la técnica. Quinta falta y expulsado. La bronca de su entrenador, que lo tenía a pocos centímetros, fue tremenda. Merecida y muy fuerte. Si ya lo tenían mal los taronja, por rotación, ahí se perdieron todas las opciones. Una falta de concentración que costó muy cara.

En el último cuarto, el Casademont apretó las clavijas (parcial de 28-20) para llevarse la victoria. La resistencia de Claver y Jones, que estuvo 19 minutos en pista más de lo que marcaba ser el jugador 11 de rotación, no fue suficiente para evitar la derrota. Esa es otra reflexión. El plan de partido, aún con más sentido cuando Sant-Roos se lesionó a los 20 segundos, era dar la manija a Hermannsson y Evans. El problema es que el americano, no es una cuestión de actitud, sigue sin encontrar su sitio. Lo intenta, pero no le sale nada. Ocurrió en Mónaco y en Zaragoza, donde con un -10 en el ratio del +/- en pista fue el peor de su equipo junto a López-Arostegui, que tampoco está en su mejor momento de la temporada. Demasiadas cosas juntas para un equipo que contó ayer con once fichas profesionales. Lucas Marí, tras jugar en Huesca con el LEB Plata, viajo a Zaragoza en coche con Víctor Luengo al volante.

Desde el primer minuto, el Zaragoza puso un nivel físico en pista que el Valencia Basket no supo igualar. Los valencianos se mantuvieron con opciones (24-22, 30-31 o 38-36 al descanso) gracias a su calidad pero siempre se jugó a lo que quisieron los hombres de Fisac. Para disfrute de Mekowulu. El nigeriano, con 25 puntos, 9 rebotes y 36 de valoración, sacó los colores a todos los interiores del bando taronja, para marcarse su mejor partido en España. No fue el mejor día para honrar la Cultura del Esfuerzo de la camiseta. Ahora, semana de tres partidos de alta exigencia en Belgrado, Kaunas y contra el Baskonia, en la Fonteta, en la ACB.

Casademont Zaragoza: Jovic (6), Sant-Roos (-), Yusta (11), Mekowulu (25), Hlinason (5) -cinco inicial- Wright (10), Jessup (8), Ponitka (12), Mara (2) y Simanic (7).

Valencia Basket: Hermansson (2), Radebaugh (4), Puerto (7), Webb III (-) y Dubljevic (15) -cinco inicial- Claver (14), Pradilla (4), López-Aróstegui (5), Jones (14), Evans (4) y Rivero (6).

Parciales: 24-22, 14-14 (38-36), 20-19 (58-55) y 28-20 (86-75).

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