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JUAN CARLOS VILLENA
VALENCIA.
Lunes, 12 de noviembre 2018, 00:40
El Valencia Basket consiguió el sábado en la Fonteta una victoria que puede valer su peso en oro en la lucha por la Copa del Rey, en una primera vuelta muy igualada donde el equipo que se duerma se quedará fuera del torneo de Madrid. El balance de 4-4 es el símbolo perfecto de un equipo, el de Ponsarnau, que está en plena construcción. Con una parte de la plantilla activa con malas sensaciones y tres jugadores lesionados, el nivel de baloncesto de los puntales del equipo es determinante. El mejor ejemplo es el análisis que ofrece el rendimiento de Bojan Dubljevic. El auténtico termómetro taronja.
Cuando el segundo capitán del conjunto valenciano está a tono aumentan de manera exponencial las opciones de victoria de la entidad de la Fonteta. En los cuatro triunfos en la ACB, Dubljevic promedia 17,5 puntos, 8,75 rebotes, 28 de valoración, un 81,8% en tiros de 2 y un 45,4% en tiros de 3. En las cuatro derrotas, con minutos en pista casi calcados, esos números bajan a 12,25 puntos, 10,5 de valoración, 6,5 rebotes, un 68% en tiros de 2 y un 36,8% en triples. Significativo.
Las contundentes estadísticas tienen muchas lecturas. Una de ellas es que el montenegrino tiene que encontrar la regularidad lejos de la Fonteta, puesto que ha intercalado un muy mal partido en Vitoria con sus dos grandes destellos del inicio de curso jugando en casa donde se fue, con dobles figuras, a los 34 de valoración en el triunfo frente al Fuenlabrada, lo que le valió para ser el MVP de la Jornada 6, y a los 33 ante el Manresa, que acompañó con 21 puntos y 13 rebotes.
El termómetro de Dubljevic también marca la temperatura del Valencia Basket en el arranque de la Eurocup. Pese a disputar cuatro minutos menos de media por partido, una rotación calculada para contener el desgaste, lo números vuelven a ser muy dispares en las cuatro victorias de los taronja y en las derrotas, de nuevo fuera de casa, en San Petersburgo y Villeurbanne. En los triunfos, Dubljevic promedia 12 puntos y 13 de valoración mientras que en los dos partidos perdidos sus números bajan a la mitad, con 6 puntos y 6 de valoración. La media en los rebotes también baja ligeramente comparando las victorias y las derrotas, de 4,5 a 3,5 y los porcentajes de tiro, con un 39,3% y 28,6% respectivamente en los tiros de 2 y un 54% y 40% en los triples.
La bajada del rendimiento de Dubljevic en las seis derrotas que acumula el Valencia Basket en el inicio de temporada no es, ni mucho menos, la única explicación de la irregularidad de los valencianos. Para que el equipo no dependa tanto en el juego interior de los números del montenegrino, Mike Tobey tiene que dar un paso al frente definitivo. Es cierto que el americano cuenta con el asterisco de la lesión en el hombro que sufrió en la primera jornada frente al Unicaja pero en pleno mes de noviembre tiene que subir su rendimiento. Hay un dato con él que lo explica todo. El sábado, ante el Manresa, lanzó su primer tiro libre en lo que va de Liga Endesa. El dato es elocuente y no es fruto de que su amenaza esté siendo exterior, puesto que acumula un 1 de 7 en triples. Un pobre 14% comparado con el 32% que promedió la pasada temporada en el Iberostar Tenerife. Tras el triunfo ante el Manresa, Ponsarnau volvió a lanzar un aviso, asegurando que los roles y las rotaciones en los próximos partidos estarán determinadas por el rendimiento y no en buscar la entrada en dinámica: «Hemos tenido que cambiar cosas, con el riesgo de poner nervioso a algún jugador. Tenemos que adaptarnos a la exigencia».
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