El Valencia Basket tuvo un partido de despedida fallera casi perfecto, ganando al Granada para seguir creciendo en la ACB, sin mucho desgaste pensando en el trascendental partido de Mónaco en la Euroliga pero con la preocupación con la lesión que puede tener Prepelic. El esloveno, tras dos partidos sin minutos, volvió pero en una acción donde anotó y forzó una falta, notó un dolor en el sóleo. Este lunes se conocerá la exactitud de su dolencia. «Ha pedido el cambio porque se ha hecho daño en el soleo, la primera exploración no pinta bien pero hay que esperar a las pruebas», valoró Mumbrú.
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La victoria estuvo cimentada en la línea de seguridad que forman, a día de hoy, Jones, Radebaugh y Webb III. Entre los tres, sumaron un +48 en el +/- en pista, combinando rotaciones donde la presencia física, defensiva y de anotación se llevó por delante al Granada. Evans fue la otra cara de la moneda. El de Virginia lo da todo en pista pero sigue sin encontrar las sensaciones que busca. Su mate, con rabia, fue el mejor reflejo. Esa acción fue la única que anotó, con 1 de 6 en tiros de campo y -2 de valoración en casi 21 minutos en pista. «Queremos hacer un equipo largo de cara a lo que viene de Liga y Euroliga pero a veces es complicado jugar un partido donde vienes de no tener muchos minutos», reconoció el entrenador al respecto de la situación de los jugadores con menos presencia en la Euroliga, donde Harper está teniendo más relevancia.
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La cuarta victoria seguida del Valencia Basket en la ACB permite un poco de oxígeno a los taronja, que con su balance de 13-10 se coloca a un triunfo del sexto, el Gran Canaria. El partido, a tirones, dejó claro desde el arranque los valencianos iban a gestionar las ventajas para ir controlando el ritmo de partido que mas convenía. Del 10-3 inicial se pasó al 20-18 al final del primer cuarto y aunque los andaluces llegaron a empatar 24-24, otro tirón de los locales subió el 36-28. El Granada contestó para llegar al descanso 38-34, para enfado de Mumbrú que reconoció que su equipo debió marcharse con una mayor renta al arranque del segundo tiempo, pero en el tercer cuarto fueron cayendo las máximas rentas del Valencia Basket (52-41 tras canasta de Jones o 62-48) para dejar claro que la victoria no peligraba. El mayor espectáculo de los últimos minutos fue la lucha de Rivero con Ndoye. Mumbrú cambió al cubano cuando vio el peligro. No había que arriesgar nada.
Valencia Basket: Jones (10), Radebaugh (10), Puerto (2), Webb III (13) y Dubljevic (10) -cinco titular- Claver (5), Prepelic (3), López-Arostegui (12), Evans (2), Hermannsson (2), Bressan (-) y Rivero (11).
Covirán Granada: Renfroe (9), Díaz (6), Tomàs (3), Niang (8), Maye (9) -cinco titular- Moore (9), Bropleh (9), Iriarte (-), Caicedo (-) y Ndoye (19).
Parciales: 20-18, 18-16 (38-34), 24-18 (62-52) y 18-20 (80-72).
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Árbitros: Hierrezuelo, Bultó y González.
Incidencias: 3.471 espectadores.
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