Un triunfo en Salónica para toda Valencia

«Que pase el partido cuanto antes y que volvamos a casa». La frase, de una persona de la expedición taronja, resume a la perfección el viaje más complicado de la historia del Valencia Basket. Sí, el esfuerzo de concentración sirvió para dar visibilización en toda Europa de la tragedia que ha asolado el suelo valenciano con una riada devastadora pero a los taronja les costó, como es lógico, centrarse en el baloncesto para acabar sacando un triunfo sufrido y que vale mucho más que el 6-0 en el balance de la Eurocup que deja a los de Pedro Martínez más líderes del Grupo B de la Eurocup. Fue una victoria para toda Valencia, por el recuerdo a los fallecidos, el apoyo a los afectados, el ánimo para los vecinos y voluntarios que se siguen calando de barro cada día para ayudar (el pueblo ayuda al pueblo) y para todas las fuerzas de seguridad que siguen trabajando –el número de efectivos no lo deciden ellos– sin descanso. Por todos ellos no se podía perder... y se acabó ganando.

Lo resumió unas horas antes de jugar Juan Maroto, en una conversación con este periódico. El técnico valenciano lo clavó: «Tenemos el alma en Valencia pero ya que no podemos ayudar físicamente lo vamos a hacer con nuestro trabajo. Espero que el equipo se deje el alma. Todos tienen el corazón con toda la gente que está sufriendo y van a expresar en la pista el orgullo para reforzar el sentimiento hacía la gente afectada».

El Aris se volcó en el homenaje, con discurso de su presidente desde la pista, del cónsul de España en Salónica, con una camiseta de apoyo con la posaron los dos equipos y una enorme pancarta con el lema «Solidaritat amb Valencia» en el fondo del colectivo Super 3, uno de los más históricos dentro del mundo del europeo. Tras la lógica adrenalina de la emoción, con el público griego ovacionando al Valencia Basket pese a perder su equipo, y de dedicarle la victoria a los que más están sufriendo fue Pedro Martínez, como casi siempre, el que nos puso a todos los pies en el suelo: «La solución la tiene que dar el estado, que tiene que responder de una forma colectiva. Lo que hay que hacer es ayudar de verdad por parte del estado que para eso pagamos impuestos». Más allá de esa verdad, que suscribe el que firma, fue muy emocionante ver en Salónica una representación de la unión del pueblo. Los trabajadores de toda España presentes en las calles anegadas de fango fueron los estudiantes, de Madrid, Valencia o Málaga, que animaron desde el Nikos Gallis.

¿Baloncesto? Sí, también hubo. El de Salónica fue el triunfo más duro en pista de lo que va temporada porque en la marmita del estilo de juego se coció lo del rebote ofensivo, que sigue siendo un escándalo cada partido, pero no hubo acierto. Ganar en Grecia, donde el ambiente aunque no esté la grada llena intimida hasta al sonido del silbato, con un 22 de 69 en tiros de campo, significa que has hecho muchas cosas bien en la intendencia. En el aro del Aris volaron 49 rebotes. 25 fueron a parar a manos de jugadores visitantes. Un 51%. Una barbaridad. En el tramo en el que se esas segundas opciones llevaron acierto abrieron hueco los taronja (29-35 con parcial de 10-20) o 46-54. El problema es que los taronja no sentenciaron (57-57) y todo se decidió en los últimos segundos. Para eso está Montero. Un seguro.

Aris Salónica: Toliopoulos (18), Woodbury (19), Vissariou (-), Laszewski (2) y Banks (-), quinteto inicial, Kazamias (-), Chatzidakis (1), Gkiouzelis (-), Bochoridis (4), Roberts (10) y Hodge (5).

Valencia Basket: De Larrea (2), Badio (4), Ojeleye (13), Reuvers (6) y Pradilla (4), quinteto inicial, López-Arostegui (10), Montero (8), Jovic (-), Costello (4), Puerto (9) y Sestina (3).

Parciales: 19-19, 14-16 (33-35), 11-17 (44-52) y 15-11 (59-63).

Árbitros: Radovic (CRO), Sukys (LIT) y Bittner (GER).

Incidencias: 3.500 espectadores.

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