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El Valencia Basket espera a la decisión de la Euroliga para conocer si participará en la competición la temporada 23-24. La entidad taronja, desde que terminó la última edición, es consciente de que su única opción pasaba porque no hubiera un cuarto equipo español. El triunfo del Gran Canaria en la Eurocup cerró esa puerta, al mismo tiempo que la ha vuelto a abrir la renuncia del conjunto de Las Palmas. Este martes, en la explicación económica –y muy valiente– que realizó el presidente del club canario, Sitapha Savané, hizo varias alusiones al proyecto de la Fonteta: «Esta última temporada hemos cogido la referencia del Valencia Basket. Su presupuesto de viajes pasó, de Eurocup a Euroliga, de 500.000 euros a 1,5. En nuestro caso esta subida sería superior a esta. Euroliga ya había comunicado a quién iba a invitar si no entraba Gran Canaria».
Esa última reflexión es una de las claves del impás que aún debe esperar la entidad de Juan Roig. Cuando Marshall Glickman, entonces el CEO de la Euroliga, visitó Valencia el 26 abril, aún no se había disputado la final de la Eurocup. Ahí, tras conocer el estado de las obras del Roig Arena y el proyecto taronja, quedó claro que con en una posible renuncia de un equipo español que consiguiera la plaza (ese mismo día disputaban la semifinal el Gran Canaria y el Joventut), la idea de la Euroliga era repetir los 18 equipos que disputaron la temporada 22-23 del torneo. El problema, a día de hoy, es que el que fuera directivo de la NBA ya no es el CEO de la competición, tras no ser renovado su contrato por parte de los clubes propietarios. Cuando el Board decida el nuevo director general, en la reunión de este jueves se va a abordar ese tema, se procederá a decidir en la asamblea que siempre suele celebrarse a finales de junio, el destino de las wildcards. Fuentes conocedoras del proceso confirmaron a este periódico que el sentir general de los once equipos con Licencia A era proclive a esa decisión de mantener los mismos equipos para la edición 23-24 en el caso de que la plaza vía Eurocup la conquistar un equipo español y renunciara a ese derecho.
En paralelo, el Valencia Basket sigue buscando un nuevo director deportivo después de prescindir de Mulero hace ocho días. Un vacío que empieza a inquietar tanto al entrenador con contrato en vigor (Álex Mumbrú) como a los jugadores que siguen esperando que se les comunique si en unos casos tienen oferta de renovación y en otros si se ejecuta la temporada opcional que tienen en sus contratos. El caso más relevante, por la importancia del jugador en la historia reciente del club, es el de Dubljevic. Algunos de esos movimientos, no todos, no podrán decidirse hasta saber si se juega la Euroliga, que conlleva una plantilla más larga.
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