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El Valencia Basket golpeó primero en la serie semifinal de la Liga Femenina ante el Spar Girona, en formato de ida y vuelta, facturando en el autobús de regreso nueve puntos de renta para el partido del sábado en la Fonteta. Aunque una eliminatoria así obliga a tener siempre encendida la calculadora es necesario poner el pause un segundo. La de ayer en Fontajau fue la primera victoria de la historia del proyecto taronja en una semifinal liguera. Play. Queralt Casas. Sólo hablando de ella se podría escribir la crónica del partido puesto que ejemplificó todos los estados de un apasionante duelo de cuarenta minutos con el cuchillo entre los dientes y con ambientazo (recuperar esa sensación es la vida) en las gradas. El Girona, por cierto, hizo el pasillo de campeón al Valencia Basket por su título de la Eurocup Women. El Ensino ya cumplió la tradición al ser el primer rival. Ayer no era 'obligatorio'. Gesto de club y de afición para aplaudir.
Volvamos a Queralt. La de Girona entró revolucionada en la sala de prensa. No se podía quitar de la cabeza el 50-66 del marcador a falta de dos minutos y medio. Estaba contenta con la victoria, lógico, pero se lamentó de esos siete puntos perdidos que cambian el tono del partido de vuelta. Casas censuró esos despistes para acabar reconociendo que «mejor ganar de nueve que perder de nueve». No es ninguna tontería, puesto que su equipo llegó a ir perdiendo de diez (26-16). Ella, como el resto de compañeras, saltó con nervios al parquet y a base de aumentar la dureza terminó con su mejor versión. La de Casas, con 15 puntos y 21 de valoración. La del Valencia Basket con una defensa (20 puntos encajados entre el segundo y el tercer cuarto) que vale medio billete para una final.
El conjunto catalán se marchó por delante al descanso (34-28) pero el gesto de Julbe no era el de ir ganando de seis un partido normal. Más que nada porque no lo era. En una serie a 80 minutos todo cuenta y, la realidad, es que el Valencia Basket salió vivo de una mala primera parte. Cuando pierdes ocho balones, tienes malos porcentajes de tiro y te vas seis abajo con 60 minutos aún por jugarse de una serie... ni tan mal que dicen ahora los más jóvenes. La valoración (30-31) fue indicando que, a base de defensa, el conjunto taronja superó un muy mal inicio de partido, con 21-13 al final del primer cuarto y una máxima renta para el Girona que llegó a los diez (26-16). Las de Burgos, con un parcial de 4-10 (30-26) certificaron suc entrada en la eliminatoria... uando se había disputado sólo el primer cuarto de la misma mientras el trío arbitral se marchó abroncado a vestuarios (34-28).
El Valencia Basket exprimió esa sensación al inicio del tercer cuarto. Con el Girona, y su público, más pendientes del jaleo arbitral las taronja limaron toda la renta de las locales (37-37) para terminar remontando (37-39). Los nervios habían cambiado de bando. En el 41-46 al inicio del último cuarto el parcial ya era de 15-30 desde la máxima renta de las catalanas. Tras un intercambio de golpes de anotación, donde la renta visitante fluctuó entre los siete y los nueve puntos, dos robos seguidos de Carrera subieron el 50-66. Ese +16 casi hubiera sentenciado la serie.
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