El Valencia Basket llega a la Copa del Rey con su racha ganadora en la ACB abierta

El Valencia Basket solventó la piedra en el zapato que suponía el partido ante el Real Betis –menos de 48 horas después de la segunda prórroga ante el CSKA y con cuatro bajas– con un triunfo sin mucho brillo pero donde los taronja, midiendo los esfuerzos, se impusieron a los de Plaza elevando a doce la racha de triunfos seguidos en la Liga Endesa. Sin quererlo, llegará a la Copa con el mejor homenaje a Miki Vukovic. Hasta ayer, el maestro tenía la tercera mejor dinámica ganadora de la historia del club con el mítico 12-0 con el que arrancó la temporada 1999-2000. Desde ayer, la leyenda de Kraljevo tiene la compañía del Valencia Basket de Ponsarnau.

La peor noticia del partido llegó en la previa. Kalinic fue dado de baja para dar entrada a Derrick Williams por una lumbalgia aguda. El serbio jugó con dolor, se llama compromiso, la segunda parte y las dos prórrogas contra el CSKA. No sólo jugó con dolor sino que fue la clave del triunfo. El descanso debe permitir al alero llegar a la Copa aunque, evidentemente, con el parte médico comenzará la semana como duda razonable para conocer su estado físico para enfrentarse el jueves al Real Madrid.

El factor Dubljevic, que claramente va a más desde su regreso, fue fundamental. El capitán sacó los galones en el peor momento del partido para firmar 19 puntos, 9 rebotes y 29 de valoración. Su aportación y el acierto en el triple (entre Prepelic y Marinkovic anotaron 7 de 13 desde más allá del arco) permitió sellar el triunfo. Sin brillo. En el barro.

La rotación de los descansos no llegó al puesto de cuatro. Labeyrie se marchó de la Fonteta con 28 minutos más en el depósito y Pradilla, inédito ante el CSKA, con 11. El único susto de la noche llegó en el último minuto. El Valencia Basket parecía haberle puesto el lazo a la victoria con un parcial de 32-7 que llevó el marcador en la segunda parte del 45-54 al 77-61. El problema es que una bajada de pistón unida a una buena racha anotadora de Feldeine, llevó a los béticos a ponerse a cuatro tras un triple de Almazán (85-81). El granadino falló debajo del aro la canasta que hubiera apretado más el marcador y Hermannsson sentenció desde el tiro libre.

El primer cuarto fue el reflejo del cansancio ante el CSKA (12-22) pero al descanso los taronja ya le habían dado la vuelta al marcador (38-37). Les tocó sufrir más de la cuenta pero lograron sumar en la ACB un triunfo dos días después de jugar un partido de Euroliga. Esa había sido otra de las losas arrastradas en lo que llevamos de temporada.