El billete para la Euroliga se complica

El Valencia Basket se complicó su opción de conseguir un billete para disputar por primera vez la Euroliga tras caer ante el Schio en una derrota con muchas lecturas. El nefasto día en los tiros de campo (un 17 de 58 en total con un 1 de 10 en triples) fue la losa más importante. Metiendo menos de 50 puntos es imposible ganar un partido a este nivel. El cansancio acumulado también fue evidente. Fue el tercer partido de las valencianas en los últimos cuatro días y el de descanso lo emplearon para hacer un viaje de más de 3.200 kilómetros (de Valencia a Moscú son 3.300). El mejor ejemplo se vivió con Casas y Ouviña. Las dos mejores jugadoras en la final de la Supercopa sumaron un 2 de 12 en tiros de campo. Anuladas por el Schio, nadie tomó el relevo anotador. Otro de los problemas.

La derrota deja a las valencianas tocadas pero aún con vida. Para seguir con opciones de Euroliga, el Bourges debe ganar este miércoles al Schio (desde las 19:30 horas). Si eso ocurre, todo se decidirá mañana dependiendo del resultado entre francesas y españolas. En ese escenario, el -8 de las de Burgos permite albergar esperanzas y más teniendo en cuenta que el Schio vencía 39-52 en la recta final del partido. Si, por contra, ganan las italianas conseguirán el billete para la Euroliga y el Valencia Basket se disputará con el Bourges la segunda y tercera plaza, para conocer a qué grupo de Eurocup van destinadas. No hay más.

El conjunto taronja logró salvar la situación, con una defensa inteligente donde no tuvo que hacer mucho esfuerzo físico ante un rival que tampoco estuvo acertado en el arranque, en un primer cuarto errático que terminó con un marcador de 10-11. La entrada de Raman, la más fresca de piernas, permitió subir la máxima renta para las de Burgos (16-11) pero el drama para el Valencia Basket fue que ahí se le apagó el motor. El Schio, con Sotana y Laksa al mando de las operaciones, subió las revoluciones de su ataque y, literalmente, pasó por encima de su rival español. Un parcial tremendo de 6-22, cerrado con un triple sobre la bocina de Laksa (6 de 12 en esa disciplina para las italianas en la primera parte por 0 de 2 para las valencianas) el partido llegó al descanso con la máxima renta (22-33). Más allá del resultado, lo más preocupante fue la sensación de cansancio que era evidente.

El Valencia Basket sabía que su única opción pasaba por saltar a tumba abierta al tercer cuarto. Cuatro puntos seguidos de Gülich permitieron soñar con la remontada (26-33) pero Gruda y Laksa dieron un paso al frente (26-37) para dejar claro que no iban a dejar pasar la oportunidad de tumbar al actual campeón de la Eurocup (que no tenga plaza de Euroliga tras ese título es sencillamente lamentable). Desde entonces, fue un querer y no poder para las de Burgos que lo único que consiguieron fue bajar a nueve en varias ocasiones. Cada vez que ocurría, el Schio volvía a alejarse. Ahora, sólo resta esperar una victoria del Bourges. Tras la derrota, Burgos aún confió en las opciones de su equipo: «La defensa ha sido correcta pero no sacamos el rédito que solemos hacer como equipo corriendo y anotando. Eso nos restó energía. Esto no ha terminado. Ahora lo más importante es la recuperación física y mental, ser positivas. Las opciones no dependen de nosotras pero con un resultado favorable mañana (por el miércoles) las tendremos en nuestra mano».