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Con las maletas preparadas para viajar a Valencia en cuanto el Real Betis y el Valencia Basket llegaran a un acuerdo. Así amaneció este martes el día para Shannon Evans, que se despidió el domingo de sus compañeros tras la derrota en San Pablo ante el Obradoiro y que, tras varios días de culebrón, conseguirá su deseo desde que comenzaron los contactos la pasada semana que no era otro que jugar en el Valencia Basket. Al final, los jugadores siempre acaban firmando por el club donde quieren jugar. Ahora, tal y como ha podido confirmar esta redacción, los dos clubes están ultimando el acuerdo definitivo para poder hacer público el fichaje de Evans con un contrato multianual con la entidad taronja.
Si se ha dilatado tanto el acuerdo es porque los dos clubes, las cosas son como son y no convienen edulcorarlas, llegaron a la negociación con muchas urgencias. El Betis con la necesidad de fichar jugadores para intentar salir de la zona de descenso (para ello, el dinero fresco de un buen traspaso es clave) y el Valencia Basket se vio obligado a dejar de mirar a L'Alqueria y a hacerlo al mercado cuando se encontró con el panorama de tener a cuatro bases lesionados (Hermannsson, Van Rossom, Jones y Harper) y solo a Ferrando sano. El perfil deportivo que más encajaba era el de Evans, el máximo anotador de la ACB, que curiosamente tenía una cláusula de salida muy baja para equipos de Euroliga... antes de que terminara el 2022. Ahora, el Betis se hizo fuerte con una cláusula millonaria que la entidad taronja nunca ha querido pagar.
El acuerdo se ha acelerado en unos parámetros muy similares al de la última oferta de la entidad de la Fonteta. Es decir, por debajo de los 500.000 euros incluyendo el pago del traspaso al Betis (que será amortizado durante los años de contrato del base) y el sueldo del jugador hasta final de temporada. A partir del curso 22-23, la negociación del salario ya ha sido directa entre Evans y el Valencia Basket. Cuando se haga oficial su llegada, la entidad valenciana tendrá a dos bases con contrato para el próximo curso (Hermannsson y Evans) con lo que tendrá que decidir en verano con Van Rossom, Jones y Harper. También sobre el futuro de Guillem Ferrando, repescado de su cesión en Melilla a mitad de curso.
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