El Valencia Basket terminó el 2018 con una velocidad de crucero que le ha permitido enlazar ocho victorias, cinco en la Liga Endesa, para encarrilar el billete para la Copa del Rey de Madrid, con un balance de 9-5 y tres jornadas por disputarse en la primera vuelta.
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En la de ayer le bastó con saber sufrir frente al Tecnyconta Zaragoza para, con una faena de aliño basada en un 14 de 28 en triples, llevarse el triunfo en los últimos minutos. En un triunfo coral destacaron Matt Thomas y Mike Tobey. Una gran noticia para Ponsarnau puesto que ir sumando jugadores decisivos a la causa, no depender siempre del Will Thomas o Dubljevic de turno, es el mejor augurio para un 2019 donde todos los objetivos del club siguen abiertos. Buen momento para ponderar el temple demostrado por la entidad de Juan Roig con Ponsarnau cuando los cuchillos comenzaron a afilarse tras la debacle de Tenerife.
Tobey eligió el día del regreso de Dubljevic tras su lesión en el tobillo, la Fonteta volvió a demostrar que idolatra al montenegrino, para dar ese paso al frente que la entidad taronja estaba esperando. Más allá de sus números, 16 puntos y 10 rebotes para 22 de valoración, el pívot evidenció tener más conexión con sus compañeros en pista. Una máxima que ya consiguió hace varias semanas Matt Thomas, que anoche se llevó la ovación más cálida desde que viste la camiseta taronja. Con 20 puntos, 4 de 7 en triples, en 23 minutos ya está totalmente acoplado al rol en la rotación.La mala noticia volvió a ser física. Más teniendo en cuenta que el miércoles se disputará el primer partido oficial del nuevo año, frente al Unicaja.
San Emeterio se marchó dolorido en la recta final del encuentro tras un mal gesto y Ponsarnau confirmó en la sala de prensa que, a falta de las pruebas médicas, el cántabro tiene una rotura en la pierna izquierda: «Todo parece indicar que tiene una rotura en el biceps femoral a la altura de los isquios. El lunes (por mañana) la resonancia determinará el tamaño de la misma porque todos los indicios hacen indicar que hay rotura».
Ponsarnau
La cara de preocupación del director deportivo Chechu Mulero en el banquillo taronja fue el primer indicio de la importancia de la lesión. Sin duda, la peor noticia para despedir el año. Abalde, que ayer descansó por decisión técnica, tendrá su oportunidad en el encuentro de la Eurocup con el que comenzará el nuevo año.Al Valencia Basket le costó entrar en el partido. Desde el 2-6, el Tecnyconta amasó un parcial de 7-15 para encender las primeras luces de alarma tras una canasta de Fran Vázquez (13-17).
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La entrada de Vives por Van Rossom, el catalán cerró el primer cuarto con un triple, permitió a los locales remontar el marcador antes del inicio del segundo cuarto (21-19), donde Matt Thomas comenzó con su recital anotador (34-24). El primer intento de remontada mañana fue abortado por unos buenos minutos de Tobey, que se marchó al descanso con 12 puntos y siendo clave para defender el 43-34 al paso por vestuarios.
El despertar anotador de Okoye y la dirección de Alocén permitieron a los aragoneses volver a meterse en el partido en dos tramos del tercer cuarto (45-41 y 59-55) y el Valencia Basket comenzó a asumir que le iba a tocar sufrir, con un juego que se fue espesando al mismo tiempo que los taronja no conseguían encontrar el ritmo de juego que más le convenía. Un triple final del Labeyrie impidió la remontada visitante en ese tercer cuarto (64-59) pero Radovic logró adelantar al Tecnyconta al inicio del último (64-65). Afortunadamente para los intereses valencianos, en ese instante se encendió la luz en la Fonteta.
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Un triple de Van Rossom y una canasta de Matt Thomas fue el inicio de un despegue (69-65) que continuó con un buen relevo de Dubljevic en la intendencia y la entrada de San Emeterio. El Valencia Basket amasó un parcial de 19-4 (83-69) que resultó decisivo para amarrar el triunfo, con dos triples del ex del Obradoiro y otro de San Emeterio, poco antes de su lesión.
Los valencianos lograron disparar la máxima renta a 16 (85-69) para sellar la victoria con el 89-74. La victoria del Iberostar frente al Manresa permite a los taronja terminar el 2018 en la quinta plaza y con opciones matemáticas de luchar por ser cabeza de serie en la Copa del Rey. Un hito que parecía imposible tras la derrota en La Laguna.
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