![Víctor Claver, una leyenda del baloncesto valenciano](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/07/04/claver.jpg)
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Ha tenido que anunciar su retirada, a los 35 años, para que mucha gente admita la importancia de su huella en el mundo del baloncesto español. Una paradoja que explica a la perfección la dualidad con la que ha tenido que convivir toda su carrera Víctor Claver. Desde que comenzó a botar un balón en las pistas del colegio Maristas al parquet de la Fonteta, pasando por la NBA y una carrera de ensueño con España, con siete medallas y la etiqueta de Campeón del Mundo. Sin duda, su carrera e hitos conseguidos le convierten en el mejor jugador valenciano de la historia. El techo de cristal roto como el primer jugador de Valencia –y único hasta el momento– en disputar la NBA, siendo elegido además en la primera ronda del Draft con el número 22, ya la pone a una posición muy complicada de igualar. Si a eso se suma su trayectoria con España, donde Sergio Scariolo le ha tenido como uno de sus indiscutibles, le eleva a una posición de privilegio. En esa etapa de gloria con la selección, siempre tuvo mucho orgullo por representar al baloncesto valenciano en las siete medallas que adornan su palmarés.
Su trayectoria en la Fonteta resume a la perfección todas las aristas que ha tenido su carrera, no exenta de una corriente crítica siempre de personas del entorno del basket. Los que trabajan en él, en todos sus estamentos y equipos por los que ha pasado, reconocen su valía. Una dualidad curiosa, llevada al extremo por sus 'haters', que también será muy complicada que vuelva a repetirse. Desde su debut como profesional en 2006 en el entonces Pamesa, Katsikaris, Spahija, Pesic, Perasovic, Scariolo, Bartzokas, Peñarroya, Mumbrú... todos lo quisieron en sus equipos. Con roles importantes, entendiendo que en el baloncesto no sólo se meten puntos ni todo se mide en estadísticas. Ahí es donde reside el poso que siempre dejará Víctor Claver como jugador de baloncesto. Nunca brilló bajó los focos al nivel de la expectativa generada alrededor suyo (que nunca buscó ni le gustó tener esa etiqueta) pero fue imprescindible para todos sus entrenadores. Scariolo resumió a la perfección su legado unos minutos después de que el valenciano anunciara su retirada: «Ha sido un ejemplo de compromiso, de espíritu de sacrificio, de entender cuál es la importancia de un jugador en un equipo que no es para todos igual. Tuvo un impacto tremendo en el equipo, casi siempre muy superior a lo que se le ha reconocido por parte de la afición y los medios. Internamente, lo hemos tenido siempre muy claro».
Claver llegó al Pamesa en 2003, con 15 años para entrenar en las famosas naves en edad cadete. En Maristas había estado bajo las órdenes de Toni Muedra y Manolo Real convenció a Paco Claver, el padre de Víctor, para que diera el salto al Pamesa. La única condición que puso el gran mentor de la carrera de aquel chaval espigado es que no jugara más de un partido por semana, no doblara entrenamientos con varios equipos de club, ni hiciera pesas hasta que fuese junior. El plan, con apretón de manos en vez de papeles, se cumplió y tras una temporada en el filial de la EBA debutó con 18 años en el primer equipo. Tras ganar el concurso de mates de la ACB en 2008 es cierto que el 'hype' a su alrededor creció hasta ponerle un listón que, sólo hay que repasar la hemeroteca, nunca buscó. Su velocidad, capacidad de salto, movimientos defensivos y buena mecánica de tiro abrieron el interés de varias franquicias de la NBA, que le siguieron los pasos un par de años. Quienes más interés pusieron en ficharle fueron los Blazers, con innumerables visitas a la Fonteta. Fue capitán del Valencia Basket que ganó la Eurocup de 2010 y uno de los referentes del equipo que rozó la Final Four de la Euroliga con Pesic de la mano. Dio el salto a Estados Unidos en el verano de 2012. En Portland estuvo tres temporadas, dejando una tarjeta de 80 partidos disputados, 16 de ellos como titular, con 13,4 minutos de media. En 2009 arrancó su periplo con España, en el Eurobasket de Polonia, y desde entonces fue un fijo para Scariolo. Allí ganó su primer oro que se unió al de 2011 y 2013 y un bronce en 2013. Claver disputó tres Juegos, con una plata en 2012 y un bronce en 2016. El mayor hito de su carrera fue el oro en el Mundial de 2019 en China. El broche perfecto.
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