La victoria de las caras largas para el Valencia Basket (92-86)

El Valencia Basket arrancó el 2023 con un triunfo, que en la lucha por la Copa del Rey era fundamental para seguir con opciones, pero dejó demasiadas dudas en el ambiente. Tras la victoria, ni en la pista ni en la grada, no había ganas de celebrar después de un partido donde el Fuenlabrada no se dejó caer y apretó en los últimos minutos, pese a su mermada rotación, a un equipo de Euroliga. Es por ello que lo único bueno para los taronja fue dejar su balance en 7-7. El +15 en el average general pudo ser mayor pero la indolencia de los últimos minutos se lo llevó por delante. Tan amarga fue la sensación, la de la victoria de las caras largas, que Álex Mumbrú no puso paños calientes: «El partido no ha sido bonito, ha sido feo. Lo teníamos controlado en el tercer cuarto pero han vuelto al partido por fallos nuestros y dejadez. No podemos estar contentos. Tenemos que ser más exigentes en este tipo de finales, hemos recibido doce puntos en cuatro tiros».

La peor noticia llegó a 6:16 para el final del tercer cuarto, con 42-40 en el marcador. Claver recibió una falta de Novak, con un golpe fortuito en la zona de las costillas. El valenciano se retiró de la pista con fuerte dolor y fue trasladado directamente al hospital, donde afortunadamente las primeras pruebas descartaron cualquier afectación grave, tal y como pudo confirmar este periódico. Habrá que esperar, eso sí, a la evolución del dolor en la zona afectada para saber si tiene alguna incidencia en su participación del partido del viernes contra el Estrella Roja en la Euroliga.

Las dudas en la pista, por diferentes razones, llegaron a Jones y Alexander. El base de Garland volvió a jugar pero para evidenciar que su rodilla no está bien. Dos relevos, grises, fueron su aportación. El más señalado fue Alexander. Ante un rival casi sin juego interior era su oportunidad para engancharse. No la aprovechó. Tan claro fue que obligó a una minutada a Dubljevic, que terminó con 13 puntos y 12 rebotes. Mumbrú analizó esos dos casos: «Jones va entrando y saliendo. Tiene que jugar minutos para no perder la forma pero no en exceso para que no se sobrecargue la rodilla. No ha estado bien porque no entrenar te lleva a perder la forma, a ver si podemos ir metiéndole cada vez mejor. Alexander no ha estado bien, con la dureza que necesitamos de él. No ha estado bien en el primer relevo y al nivel que estuvo en Milán».

Las sensaciones para los taronja al descanso ya no fueron buenas. El 40-36, dada la diferencia sideral de los dos equipos en el juego interior, sembró más dudas que certezas. Bueno sí, una dejó, la de que el conjunto taronja dejó pasar una gran oportunidad de no dejar el partido abierto para la segunda parte. El problema fue que desde la máxima renta taronja (27-18) el Fuenlabrada apretó con un parcial de 0-7 (27-25) para que el segundo cuarto terminara con el marcador en el aire. La velocidad de Jones y la contundencia de Dubljevic y Rivero permitió la máxima renta del partido en el tercer cuarto (66-49) pero la desidia taronja, 33 puntos de los madrileños en el último cuarto, dejaron en el aire esa sensación amarga pese a ganar.

Valencia Basket: Jones (5), Radebaugh (4), Puerto (3), Pradilla (11) y Dubljevic (13) -cinco titular- Ferrando (5), Prepelic (10), López-Arostegui (7), Harper (18), Alexander (2), Claver (-) y Rivero (14).

Fuenlabrada: Hannah (10), Senglin (13), Kromah (10), Fernández (6) y Okouo (12) -cinco titular- Traore (-), García (14), Macoha (3), Savkov (-), Samar (-), Novak (14) y Eyenga (4).

Parciales: 18-13, 22-23 (40-36), 26-17 (66-53) y 26-33 (92-86).

Árbitros: Perea, Baena y Lucas.

Incidencias: 5.203 espectadores.

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