JULIÁN LARRAZ
Sábado, 7 de junio 2014, 00:02
A falta de diez días para la apertura de la primera tienda de Ikea en la Comunitat Valenciana y después de más de 10 años de pugnas de la multinacional con varios ayuntamientos, la firma sueca sigue sin lograr el entendimiento con la administración municipal. El último caballo de batalla es la liberalización de horarios, que Ikea da por hecho en Alfafar aunque el ayuntamiento dio marcha atrás hace pocos días. La reacción de la multinacional sueca a este anuncio ha sido condicionar la contratación de 40 personas que están preseleccionadas si no se consigue la licencia para abrir los domingos.
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