El ‘banco malo’ pone a la venta por cinco millones la antigua sede de Ferrobús en Poeta Querol

Un total de cinco millones de euros por adquirir el local. 18.000 euros al mes por alquilarlo. Éste es el precio con el que la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también conocida como el banco malo, ha puesto a la venta un bajo de 1.046 metros cuadrados en el número 11 de la calle Poeta Querol, lo que fue la sede de la inmobiliaria Ferrobús.

Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, la Sareb también ha puesto precio a un bajo ubicado en el centro comercial Nuevo Centro, de 1.473 metros cuadrados. El inmueble, situado en la planta baja del complejo comercial, se vende por 2,1 millones de euros y se alquila por 14.000 al mes. Se encuentra, según explican, completamente reformado. La obra la llevó a cabo la firma de informática y electrodomésticos Darty, que fue la última en darle uso. Antes hubo un cine en el lugar.

Otros dos activos del banco malo en la capital del Turia tienen precio fijado por la entidad: unas oficinas en el Paseo de Ruzafa y el Gimnasio Senator. Por las primeras, ubicadas en la segunda planta completa del número 20 de la céntrica calle peatonal -el edificio de Zara-, la Sareb pide 3,4 millones de euros. La superficie bruta alquilable en el lugar es de un total de 1.178 metros cuadrados divisibles en dos locales y con dos sótanos para aparcamiento.

Por lo que respecta al gimnasio, su precio de salida es de 2,1 millones de euros. El local, que en la actualidad está alquilado, según la Sareb, se ubica en la plaza Manuel Sanchís Guarner. Es el bajo de 1.923 metros cuadrados del Hotel Parque Central, inmueble que también tiene a la venta el banco malo desde hace meses.

Sin precio, pero también a la venta, se encuentra el que, probablemente, es el más atractivo de los activos que posee la Sareb por tratarse de una finca completa en el centro financiero de la ciudad. Está ubicada en el número 31 de la calle Pintor Sorolla, frente al Corte Inglés. El inmueble, según fuentes financieras, fue propiedad de Javier Soler, hijo del constructor Juan Bautista Soler y dueño de la promotora Soler Futura. Fue completamente rehabilitado en el año 2007 para convertirse en un centro de oficinas «de alta representatividad», según anuncia el banco. La superficie alquilable en el conjunto del edificio asciende a los 1.605 metros cuadrados.