Thyssen pide retirar a los Ros Casares el control de la filial que tienen a medias

La multinacional alemana Thyssen ha pedido a la administración concursal que retire a la familia Ros Casares de la filial que ambos tienen al 50%. Según la petición de la compañía germana con registro de entrada del 14 de noviembre de este año a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, el argumento de los alemanes es que Thyssen Ros Casares (TRC) "no dispone de órgano de administración, pues el nombramiento del mismo se encuentra suspendido". Por este motivo, la multinacional alemana comunica al juzgado de lo Mercantil: "Interesamos que se requiera a la administración concursal de TRC para que se pronuncie de manera inmediata sobre la procedencia de solicitar la suspensión de las facultades de administración y disposición sobre el patrimonio de la concursada".

Esta iniciativa demuestra que el enfrentamiento entre las compañías alemana y valenciana se sigue recrudeciendo. Tras la petición de Thyssen al juzgado, Ros Casares propuso el 18 de noviembre después la celebración de una junta universal de socios de Thyssen Ros Casares para nombrar un nuevo consejo de administración. La familia valenciana propone los días 4, 5, 9 o 10 de diciembre para dicha reunión. La propuesta llega, según ha podido saber este periódico, después de que se celebren varias reuniones en las que han estado presente los grandes bancos españoles promotores del Proyecto Fénix (Santander, BBVA, Caixa, Bankia, Sabadell y Popular), la administración concursal de la firma valenciana, Ros Casares y el despacho Jones Day en representación de ThyssenKrupp.

Thyssen no quiere pactar

La respuesta de la multinacional alemana, según las fuentes consultadas, es que considera que los socios de TRC no tienen que decidir sobre un nuevo consejo ya que no se trata de un requisito «esencial». La postura de Thyssen, relatan fuentes próximas a este proceso, es que sean los acreedores (entre los que está la banca y ellos) los que propongan una solución sin que para ello tenga que participar el deudor (Thyssen y Ros Casares).

Esta situación de paralización de Thyssen Ros Casares, que el grupo siderúrgico valenciano considera como su principal activo, está recrudeciendo la guerra judicial que existe entre ambos. Según documentación depositada en la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio de Valencia, a la que ha tenido acceso este periódico, el primero que optó por esta vía fue la firma alemana. Los estatutos de TRC marcan que en caso de conflicto se acuda al arbitraje para solucionar los problemas. Cuando Thyssen cerró Galmed, empresa 100% de los alemanes y proveedora de TRC, Ros Casares acudió a este mecanismo y Thyssen presentó las facultades que le otorgaba a sus abogados. Entre ellas se encuentra: "Poder especial para interponer querellas contra Germán Ros García, Francisco Juan Ros García y/o Germán Ros Casares". Esta declaración de intenciones se produjo en diciembre de 2013 cuando la primera acción judicial de Ros Casares ocurrió en junio este año, al solicitar el concurso de acreedores. Por tanto, la diferencia entre el inicio de hostilidades se distancia siete meses.

Y en las facultades especiales que Thyssen otorga a sus abogados hay más. Entre ellas se encuentra: "Promover y personarse en los procedimientos de suspensión de pagos, quita o espera, concurso de acreedores o quiebra, y seguirlos hasta su conclusión". También se le insta a los abogados de la multinacional alemana a "percibir cantidades, indemnizatorias o de otra índole, resultantes de decisiones judiciales o extrajudiciales o de acuerdos o actos unilaterales de partes favorables a la parte".