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Xavi Moret
Miércoles, 10 de diciembre 2014, 13:13
La revelación de que Bankia falseó sus cuentas para esconder los problemas antes de salir a Bolsa ha situado a sus anteriores responsables en el disparadero. El informe pericial encargado por el juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso apunta directamente a Rodrigo Rato y José Luis Olivas como principales responsables del engaño. A Olivas, vicepresidente ejecutivo de Bankia y responsable de participadas, incluso se le atribuye un papel activo en la ocultación de los problemas que arrastraban Bancaja y Banco de Valencia, circunstancia que agravó la insolvencia de Bankia y, a la postre, el calibre de un rescate que superó los 23.000 millones de euros.
La imputación en esta causa es la más grave que pesa sobre el expresidente de la Generalitat, quien junto al resto de denunciados se enfrenta a penas que van de uno a seis años de prisión por falsedad en el folleto de la salida a Bolsa. Pero no es la única: también está imputado en otros dos procedimientos abiertos en la Audiencia Nacional relacionados con su gestión en el desaparecido Banco de Valencia.
Uno de ellos es la conocida como pieza principal del caso Banco de Valencia, en la que están imputados todos los exconsejeros de la entidad por falsedad contable, apropiación indebida y gestión desleal. A esta pieza se suman otras siete abiertas tras la denuncia del FROB por créditos irregulares durante la etapa de Olivas. El expresidente aparece de nuevo en otra de ellas, la que incluye al constructor Ramón Salvador, supuestamente beneficiado por las tasaciones hinchadas que realizaba la entidad.
El cerco judicial se completa con otro procedimiento en Valencia, donde la Fiscalía lo ha dejado al borde del banquillo al pedir la apertura de juicio oral y tres años de prisión por negocios privados con Vicente Cotino. Esta cuarta imputación, en esta ocasión por fraude fiscal, se suma a los otros escándalos que le salpican, como la acusación por el cobro de dietas irregulares en todas las entidades financieras por las que ha pasado o la venta de preferentes.
BANCO DE VALENCIA
Cuentas manipuladas para ocultar el enorme agujero
Los primeros en poner la lupa judicial sobre la gestión de José Luis Olivas al frente de Banco de Valencia fueron sus accionistas. La asociación Apabankval presentó una demanda en diciembre de 2011, menos de tres semanas después de que el FROB interviniera el banco, que ha acabado con la imputación del consejo en bloque. Los pequeños accionistas acusaban al consejo de falsedad contable, administración desleal y delito societario. La investigación se inició en el TSJ de la Comunitat, pero terminó en la Audiencia Nacional por la gravedad de las irregularidades afloradas por el FROB.
Las sospechas sobre el maquillaje contable han cobrado fuerza esta semana. En uno de los informes periciales encargados por el juez Fernando Andreu se asegura que, entre 2004 y 2011 -periodo en que José Luis Olivas presidía Banco de Valencia- la entidad llevó a cabo un "desmesurado incremento" de su inversión crediticia y concentró riesgos en el sector inmobiliario que le llevaron a un grave deterioro de su solvencia. Según este informe esos riesgos ponen de manifiesto un grave deterioro no contabilizado a 31 de diciembre de 2010, con lo que deja claro que, además de Bankia, Banco de Valencia también maquilló sus balances.
Ese deterioro que arrastraba la filial de Bancaja no se reflejó adecuadamente en las cuentas individuales y consolidadas de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), lo que agravó su insolvencia y provocó su rescate. El ajuste no contabilizado fue de 536 millones de euros a 31 de diciembre de 2010 y de 573 millones a 30 de junio de 2011. En total, un agujero no reconocido de 1.109 millones.
Los peritos detallan el desmesurado incremento del crédito en operaciones de riesgo que perjudicaban el patrimonio del banco y beneficiaban a terceros, empresarios con los que la entidad se asociaba para desarrollos inmobiliarios de dudosa racionalidad. Según los técnicos, la caída del Banco de Valencia apenas cuatro meses después de que Bankia saliera a Bolsa supuso «un significativo riesgo reputacional para el grupo BFA-Bankia y descompuso las relaciones entre los representantes de Bancaja y Caja Madrid».
SALIDA A BOLSA DE BANKIA
La falsedad del folleto podría costarle la cárcel
La salida a Bolsa de Bankia también cerca al ex vicepresidente ejecutivo de la entidad. Todo arrancó con una querella presentada por UPyD y admitida por el juzgado de instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional -Izquierda Unida se sumó dos años más tarde- por la que se imputó a Rodrigo Rato, José Luis Olivas y a otros 31 exconsejeros de BFA-Bankia por presuntos delitos de estafa, apropiación indebida, falsificación de cuentas anuales, delito de administración fraudulenta y por maquinación del precio de las cosas durante sus etapas en el grupo financiero.
En el auto en el que se formalizó la imputación, el juez subrayaba el perjuicio para quienes compraron acciones de Bankia tras su salida al mercado de valores. Recriminaba que «la situación patrimonial reflejada en el folleto poco o nada tenía que ver con la real», y añadía que los consejeros de BFA y Bankia "dieron la impresión o crearon la ficción" de que la situación patrimonial "era mejor que la realmente existente".
El caso ha dado un paso decisivo esta semana con la presentación del informe pericial que acredita que las cuentas con las que el banco lanzó la OPS fueron falseadas. Los técnicos relatan cómo, al no aflorar riesgos latentes, Bankia presentó un beneficio de 309 millones que se transformaron en pérdidas de 2.979 millones una vez fueron reformuladas. Los peritos también apuntan que la salida a Bolsa fue posible gracias a las órdenes de compra que cursaron empresas afines, que ayudaron a inflar el precio de los títulos.
Según está tipificado en el artículo 282 bis del Código Penal tras la reforma efectuada en 2010, Olivas podría enfrentarse a penas de entre uno y seis años de cárcel si se prueba que cometió el delito.
DIETAS IRREGULARES
Varios millones deeuros bajo sospecha
El cobro irregular de dietas es una de las acusaciones más peliagudas a las que se enfrenta el expresidente de la Generalitat. Aunque no existe un procedimiento judicial abierto específicamente por este asunto, diversos informes del Banco de España que forman parte de los procedimientos abiertos en la Audiencia Nacional lanzan una acusación demoledora: Olivas cobró indebidamente varios millones de euros en dietas en las tres entidades financieras en las que ocupó cargos de responsabilidad a lo largo de varios años.
Solo en el caso de Bancaja fueron 3,3 millones de euros percibidos a lo largo de cinco ejercicios como consejero dominical firmas participadas como Iberdrola, Enagas o Abertis. Según el supervisor, Olivas se los embolsó de manera irregular. El Banco de España lo puso en conocimiento de la Generalitat para que se los reclamase, pero la Conselleria de Hacienda alega no ser competente para hacerlo. Mientras, Olivas ha presentado un escrito en el Banco de España en el que asegura estar cubierto por acuerdos del consejo de Bancaja.
Adicionalmente, el informe revelado esta semana destapa irregularidades en el mismo sentido en Bankia y el Banco de Valencia. En el segundo caso, los peritos aseguran que, al maquillar las cuentas de 2010, Olivas y otros consejeros y directivos de la entidad pudieron cobrar sus "atenciones estatutarias" condicionadas a la obtención de beneficios. El expresidente se llevó 73.000 euros en 2011 por ese concepto.
Ese mismo año se embolsó otros 562.000 euros en dietas como consejero del grupo Bankia más 74.000 por el mismo cargo en BFA. Según los peritos, lo hizo de forma ilegal, ya que al tener asignado un salario -que entre BFA y Bankia era de 873.000- no podía cobrar también dietas.
DELITO CONTRA HACIENDA
Un fraude de 500.000 euros y 3 años de pena
Este procedimiento, abierto en un juzgado de instrucción de Valencia, puede suponer la primera condena para Olivas. La Fiscalía de Valencia acaba de pedir tres años de cárcel para él como colaborador necesario en un delito fiscal cometido junto al empresario Vicente Cotino. En este caso, Olivas operó a través de su empresa privada, Imarol, con la que facturó 500.000 euros más IVA por un trabajo de asesoría para el dueño de Sedesa. No obstante, la acusación sostiene que se desconoce la "causa y finalidad" de ese pago que ambos trataron de justificar con una factura simulada "con ánimo de defraudar a Hacienda". Los hechos se produjeron en 2008, con Olivas como presidente de Bancaja.
CRÉDITOS BAJO SOSPECHA
Operaciones ruinosaspara beneficiar a terceros
Las operaciones crediticias de Banco de Valencia y Bancaja Hábitat bajo sospecha se cuentan por decenas. Bankia ha denunciado 17 expedientes a la Fiscalía, entre los que destacan operaciones con el grupo Calabuig (Costa Bellver, Capital Costa), Ramón Salvador, Royactura, Urbanika, Grupo Salvador Vila, Grupo Grand Coral, Grupo Aedifica o Share Capital, todas ellas de carácter inmobiliario. Solo con esta última, realizada de nuevo con Vicente Cotino, el banco rescatado calcula que ha perdido 164 millones de euros. En total, el quebranto por las operaciones irregulares heredadas supera los 1.700 millones.
En muchas de ellas están implicadas Bancaja y el Banco de Valencia. La metodología es casi siempre la misma; las entidades financieras se asociaban con empresarios para operaciones inmobiliarias en las que siempre salía perdiendo el banco para beneficiar a terceros con refinanciaciones o sobretasaciones. Es el caso de una de las querellas presentadas por el FROB por operaciones irregulares de Banco de Valencia con Ramón Salvador, en la que Olivas figura como querellado por apropiación indebida en el presunto desvío de fondos al grupo del empresario ilicitano. El perjuicio para Banco de Valencia solo en este caso supera los 120 millones.
A esta se suman las otras operaciones inmobiliarias de la época de Olivas denunciadas por el FROB, como la compra de acciones de Costa Bellver o las operaciones con la familia Soler. El juez da por cerrada la instrucción de siete piezas a falta sólo de un informe pericial sobre tasaciones para el que ha lamentado no disponer de medios.
PREFERENTES
Miles de afectados y una investigación en mantillas
De todos los frentes abiertos para Olivas, este es el que probablemente vaya a tener las consecuencias más tardías debido al estado todavía embrionario de la investigación. La Audiencia y la Fiscalía creen que la venta de preferentes por parte Bancaja y otras cajas no fue delito al no haber intento de engaño ni "un plan diseñado y preconcebido» para alterar el precio de estos títulos. Por ello, el juez Andreu abrió una pieza separada del caso Bankia que apenas ha avanzado.
El asunto podría tener consecuencias a la vista de las conclusiones de la CNMV plasmadas en informes remitidos a la Audiencia Nacional, en las que se revela que Bancaja y Caja Madrid comercializaron las preferentes de forma irregular, con precios hinchados respecto a su valor real. El regulador advirtió a Olivas y a sus homólogos en Caja Madrid de las malas prácticas, pero estos las obviaron.
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