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Uno de los hoteles del grupo Marconfort, en Ibiza.
Ferri y Baldó, los hoteleros mimados de Olivas

Ferri y Baldó, los hoteleros mimados de Olivas

Comenzaron con una conservera y se lanzaron a especular en América, para lo que se compraron un avión privado

Julián Larraz

Martes, 10 de marzo 2015, 11:39

Juan Ferri y José Baldó eran unos pequeños empresarios que son ahora protagonistas de uno de los mayores agujeros del sistema financiero valenciano tras crecer como la espuma con la estrecha colaboración de Bancaja, Banco de Valencia y la CAM. Con ellas establecieron sociedades inmobiliarias conjuntas. Playa Carmen, Cancún, Los Cabos y El Zacatón son zonas de México en las que compraron suelos que luego revendieron con enormes plusvalías. Varias fuentes financieras los definen de opacos. "No los conocía casi nadie", explican. No gozan de excesiva proyección pública -no existen casi fotografías suyas- aunque desarrollaron intensas relaciones en las cúpulas de las cajas de ahorro valencianas.

De poseer una pequeña empresa de alquiler de coches y una firma de conservas se convirtieron en los dueños de un jet privado que usaban para su especulativo negocio, volcado en la construcción. Sus proyectos vestidos de grandiosidad fueron la puerta de entrada de las cajas valencianas en el Caribe y José Luis Olivas, presidente de Bancaja y de Banco de Valencia, uno de sus compañeros de viaje que más les mimó.

Una de las características de Ferri y Baldó es que utilizan sociedades en Holanda para avalar operaciones tanto en España como en América. Pura ingeniería financiera que ahora es objeto de estudio por la Audiencia Nacional. "Las operaciones eran muy extrañas. Decían que sociedades en Holanda actuarían de avalistas aunque, oficialmente, no eran ellos los dueños", explican fuentes que dentro del Grupo Bancaja conocieron los tratos con estos empresarios.

De hecho, mucho antes de que saltaran a la escena pública su conexión con Holanda ya existía. En 1992, utilizaron una sociedad de este tipo para reducir el pago de impuestos en la venta de la conservera Cofrutos de Cehegín (Murcia). La vendieron por 4,5 millones de euros pero el precio real fue de 14,6. En un primer momento, se libraron del juicio en el que se enfrentaban a penas de hasta tres años por delito fiscal al prescribir los delitos. Pese a ello, el Tribunal Supremo ha dado la razón a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado y ha resuelto la apertura de juicio oral.

A partir de aquella oscura operación, su negocio se centró en los hoteles y las pequeñas obras. Aún hoy son socios de Hosbec, patronal hotelera de Benidorm, que los reconocía como socios activos "ya que pagan todas las cuotas". Su negocio se extiende por Benidorm, Torremolinos, Lanzarote e Ibiza.

En la web de Marconfort, sociedad de Ferri y Baldó, no hay ni rastro de las aventuras en las Américas aunque sus viajes al otro lado del Atlántico despertaron las ínfulas de estos empresarios que quisieron emular a las grandes cadenas españolas como Meliá o Barceló.

Venta en Brasil

Y para ello se sirvieron de la especulación pura y dura. "Un día fueron a Brasil y compraron un suelo. Luego lo vendieron y, con lo que ganaron, se compraron el avión. En su negocio era muy útil porque así especulaban más rápido", explica quien le ha conocido al otro lado del Atlántico. En estos vuelos privados de Ferri y Baldó les acompañó en alguna ocasión José Luis Olivas. Desde Valencia, fuentes próximas a Bancaja, aseguran que primero fueron Banco de Valencia y Bancaja las que les financiaron y que, en seguida, se sumó al carro la CAM. Desde Alicante, la historia es la misma aunque la cuentan al revés. Fuentes empresariales coinciden: "Bancaja y la CAM se peleaban por Ferri y Baldó". Nadie aclara los motivos aunque no eran el exceso de avales. "Como grupo hotelero eran prudentes. Sobre el Caribe, el juez dirá", matiza un financiero que trató con ellos.

Aunque cuando las cajas desaparecieron, la opinión de los que asumieron estas operaciones cambió radicalmente. El Sabadell corrió a desprenderse del 30% que tenía en Valfensal (el 70% es de Ferri y Baldó) y, con la cobertura del Fondo de Garantía de Depósitos, les vendió a los empresarios la participación en septiembre de 2013. Siguen con ellos en el negocio hotelero en España, donde la compañía paga sus deudas con normalidad.

Bankia, por su parte, heredó la participación en Grand Coral, y tras analizarla la trasladó a la Audiencia Nacional después de sufrir unas pérdidas de al menos 246 millones de euros. Esta participación está en el balance de Bankia ya que no la pudo traspasar a la Sareb por ser un crédito en el extranjero.

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