Urgente La Lotería Nacional de este sábado deja muy repartido el primer premio y deja un buen pellizco en tres municipios afectados por la dana en Valencia
Huerto solar construido en Reino Unido por Grupotec.

El sol inglés rescata las placas valencianas

Reino Unido ya aglutina el 60% de la exportación de plantas fotovoltaicas de la Comunitat

Daniel Valero

Jueves, 2 de abril 2015, 11:51

La ciudad de Valencia disfruta de cerca 1.500 horas de radiación solar al año, un tercio más de las alrededor de mil con las que cuenta Inglaterra, según informa la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen). Sin embargo, la política parece ser un factor más determinante que la climatología en el mercado de la energía solar fotovoltaica, hasta el punto que Reino Unido se ha convertido en la salvación de las firmas valencianas especializadas en la construcción de plantas, cuyo mercado ha quedado «completamente bloqueado» en España tras la legislación del Gobierno «en contra de las renovables».

Publicidad

En la región son alrededor de 150 las empresas dedicadas a la construcción de plantas fotovoltaicas. «Las hay de mayor y menor envergadura, pero todas tienen algo en común: se han quedado sin mercado en España», lamenta Marcos Lacruz, presidente de Avaesen. Según explica, la reducción de incentivos a la energía solar de la nueva legislación eléctrica ha provocado una caída de entre el 35% y el 40% en los ingresos de los productores, que son alrededor de 15.000 en la Comunitat. «Se aplica la ley incluso de forma retroactiva. Se recortan los incentivos prometidos a las plantas ya construidas y, por descontado, los que se daban a las nuevas», asegura.

En este contexto, «desde que se aplica la ley no se ha construido una sola planta nueva», lamenta el representante, lo que ha provocado «una auténtica migración del mercado». Las cifras ponen de manifiesto esta tendencia. «El 85% de la facturación de las constructoras de plantas proviene del exterior, y sólo el 15% restante, que corresponde a labores de mantenimiento y reparación, tiene lugar en España», informa Lacruz.

En paralelo, Reino Unido, pese a que dispone de unas condiciones climáticas significativamente peores a las de España, «ha triplicado su producción fotovoltaica en poco más de dos años», según el presidente de Avaesen. La firma valenciana Grupotec, que tras sólo cuatro años presume de ser la segunda mayor constructora de plantas fotovoltaicas del lugar, explica que la administración ha visto en las renovables una solución al elevado coste energético que padecen las islas y la alta contaminación de sus fuentes. Según el presidente de la compañía, Olallo Villoldo, las ventajas del mercado británico son múltiples. Se trata de un modelo que, lejos del inicial sistema español basado en la subvención, premia a los productores fotovoltaicos a través de ventajas fiscales y bonos de carbono -las compensaciones económicas de las industrias contaminantes-. «Es un mercado mucho más seguro, de una mayor credibilidad. Los retornos no son muy elevados, pero los inversores se conforman con menos debido a la estabilidad», detalla.

«Nosotros empezamos con proyectos pequeños sobre cubiertas de nave y ahora tenemos más de 400 megavatios instalados», informa Villoldo. Según concreta el empresario, del total de la facturación de Grupotec, que asciende a 150 millones de euros, el 95% procede del extranjero y el 85% del Reino Unido, una tasa que prevé que descienda en 2015 tras la expansión de su negocio en naciones como México y EE UU.

Publicidad

Otro caso de éxito es el de la empresa valenciana Axial, perteneciente al Grupo Alonso. La firma ingresó 30 millones de euros en 2014, el 70% en Reino Unido. Su director general, José Luis Fayos, también destaca la estabilidad británica frente al antiguo «mercado artificial de primas y subvenciones de España».

Por suerte, según aseguran ambas compañías, la migración energética hacia el Reino Unido no se se está traduciendo en despidos. «Podemos presumir de que todos nuestros recursos humanos son españoles», asegura el director general de Axial, que genera 400 empleos entre directos e indirectos. Por su parte, Villoldo informa de que el 80% de sus empleados son nacionales, incluso en su oficina en Londres. Durante las temporadas de mayor actividad, según indica, hasta 1.200 trabajadores propios y subcontratados ejercen para su firma.

Publicidad

Lacruz, por contra, advierte de que el traslado del negocio sí está generando paro. «Las plantillas de las constructoras de plantas están en el exterior, lo que supone que sólo los expatriados mantengan su empleo», subraya. El dirigente añade que, en conjunto, el cambio en la regulación energética ha afectado a entre 6.000 y 7.000 empleos en la región. «El fin de la construcción de plantas el la Comunitat no sólo perjudica a las empresas que las construyen, también a actividades como los productores de paneles, cables, transformadores, armarios o a las firmas de servicios auxiliares como constructoras, movimientos de tierra o empresas de vigilancia», cuenta. «Los que no se han reconvertido han ido a la calle», añade.

«Cerrojazo»

El sector lamenta que España «ha desaprovechado una gran oportunidad» al «dar un giro de 180 grados en su política energética». «Lo que hemos hecho aquí da para escribir un libro. En su día apostamos por la fotovoltaica cuando no nos la podíamos permitir, y ahora, cuando el mundo va hacia ese modelo que tanto nos costó levantar, damos el cerrojazo», resume Villoldo, que subraya que hubo «demasiada política de subvenciones». «Ni el recibo ni el país podían permitirse aquella inversión, pero se solució el error con otro error que ha acabado con el sector», agrega.

Publicidad

En la misma línea se lamenta Fayos. «A base de crear un mercado invirtiendo muchísimo dinero en nuestro país, sobre todo a través de primas, logramos un know how muy evolucionado, pero en lugar de aprovechar para repercutirlo en nuestro propio beneficio lo estamos exportando», afirma. Por suerte, el sector ha sabido comercializar fuera su producto, pese a que no lo disfruten los valencianos. «Gracias a Dios hay otros países con una política distinta», concluye Lacruz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad