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Roberto Centeno (derecha), durante un encuentro con directivos.
Atitlán prueba ahora con la compra venta de deuda de empresas

Atitlán prueba ahora con la compra venta de deuda de empresas

La falta de conocimiento y baja rentabilidad de las operaciones marcan el debut del grupo inversor en el competitivo sector del descuento de pagarés

Xavi Moret

Jueves, 28 de mayo 2015, 17:48

Roberto Centeno y Aritza Rodero continúan reescribiendo las coordenadas de la nueva Atitlán. El grupo inversor, que surgió específicamente para impulsar el rápido desarrollo de algunos de los interproveedores alimentarios de Mercadona, aún no ha definido con claridad el nuevo enfoque del negocio. Desde que hace casi dos años vendiera su última participación en uno de los fabricantes de productos Hacendado -en apenas un par de años salió del accionariado de todos los interproveedores-, la sociedad inversora busca nuevos sectores en los que rentabilizar la liquidez captada con estas desinversiones, pero alejado del entorno de Juan Roig.

Una de las últimas líneas abiertas por el grupo, en plena redefinición de su entramado societario, ha sido la del competitivo negocio de la deuda corporativa. Para canalizar esta rama de actividad, Roberto Centeno y Aritza Rodero crearon este año la sociedad Atitlán Loans, inscrita en el registro como firma de inversión en deuda de otras sociedades y un capital inicial de 3.000 euros.

La firma ya ha cerrado sus primeros contratos, si bien se trata de operaciones de pequeño calibre. Fuentes de la sociedad reconocieron ayer haber cerrado dos transacciones de escaso volumen, alejadas del tipo de operaciones que se marcan como objetivo. Y es que la transición desde la inversión en el sector primario agroalimentario con perspectiva a medio plazo al disputado yagresivo segmento del descuento de pagarés no está resultando sencillo.

La irrelevancia de las operaciones y el escaso conocimiento en este subsector de inversión están marcando los primeros pasos de la sociedad en las operaciones con deuda corporativa, un ámbito muy alejado del germen de Atitlán y en el que se enfrenta a potentes competidores como Ficomsa, Crealsa o la también valenciana Gedesco, que tiene una cuota de mercado del 80% tras casi dos décadas en el sector.

Para encontrar el origen de Atitlán hay que remontarse hasta 2006, cuando Roberto Centeno y Aritza Rodero asumieron la gestión del fondo de capital riesgo Angels Capital FCR, filial de Atitlán Capital SGECR, con el aval de sus años de experiencia en banca de inversión. Centeno, yerno de Juan Roig, había desarrollado su carrera en Goldman Sach y Merril Lynch, las mismas firmas por las que pasó su socio Aritza Rodero hasta su regreso a España en 2005.

En los años siguientes, Atitlan fue una eficaz herramienta para financiar el crecimiento de unos interproveedores que pudieran estar a la altura de las exigencias de Mercadona. Atitlan Alpha -filial en la que se concentraron las inversiones en el sector alimentario- aceleró el crecimiento de Ibersnacks, Naturvega, Dafsa, Bynsa, Verdifresh o Productos Naturales de la Vega.

Enfocados a empresas top

Al margen de movimientos puntuales, la retirada masiva de las inversiones en empresas vinculadas a la cadena de supermercados se aceleró a finales de 2012 hasta quedar completamente al margen en 2013, con la venta del 60% de Bynsa (alimentos para mascotas). Desde entonces, Centeno y Rodero han estado ocupados en buscar un nuevo rumbo para la sociedad. Exploraron el sector turístico, el educativo y hasta el sanitario, donde sondearon la posible entrada en el accionariado de Ribera Salud.

Ahora prueban con la compra venta de créditos de empresas. Según explican fuentes de este sector, Atitlán ha entrado con una elevada liquidez, un escaso "Know how" y un enfoque dirigido al nicho de mercado más selecto. "Buscan pagarés triple A en los que la rentabilidad es muy baja por la calidad del activo y por la competencia que existe", explican las fuentes, que a menos que varíe este enfoque no prevén que Atitlán Loans pueda llegar a ser un actor de referencia en un sector "muy agresivo y competitivo" en el que los principales operadores cuentan con equipos experimentados y gastan auténticas fortunas para posicionarse en los buscadores de internet.

"Van a por el descuento de pagarés de empresas del Ibex o de ese nivel, o de empresas valencianas que conozcan bien. Todo lo que no sea eso, ni lo valoran", explican las fuentes, que añaden que la clave del éxito en la operativa con pagarés es "ampliar el horizonte del riesgo, pero sin pasarse".

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