Las gasolineras sin marca adelantan a los híper al contener más sus precios

El precio de la gasolina alcanzó la semana pasada un nuevo máximo en el año y se situó en 1,318 euros el litro, un 0,22% más que la semana previa y un 14,5% superior al de principios de año. El gasóleo se ha abaratado un 0,24% en la semana pero cuesta un 8,89% más que a comienzos de año, situándose en 1,2 euros el litro.

La subida del precio de los carburantes que padecen los consumidores desde principios de año ha modificado las estrategias de las compañías del sector. Si durante el segundo semestre de 2014, las mayores caídas de precios se registraban en los surtidores de las estaciones de centros comerciales y en las independientes, frente a las grandes operadoras, en estos últimos cuatro meses de ascensos esas diferencias no son tan claras. Suben los costes en todos los surtidores, sí. Pero lo hacen en menor medida las estaciones sin marca propia o sin asignación a ninguna empresa. El resto, incluidos los hipermercados, han incrementado sus costes de forma más abrupta, sobre todo en el caso de las grandes operadoras.

Desde que el barril de Brent marcara mínimos a mediados de enero, en el entorno de los 49 dólares, el petróleo no ha parado de subir hasta los 62 dólares actuales. En las gasolineras, el litro de diesel ha subido un 9,60% en ese periodo. Los mayores ascensos han llegado de la mano de Repsol, donde el precio de la gasolina se ha incrementado un 10,16% en el primer cuatrimestre, y BP, donde lo ha hecho un 10,11%. También se ha situado ligeramente por encima de la media de todas las estaciones de servicio el precio de los surtidores de Cepsa, con un ascenso del 9,66%.

Sin embargo, destaca el caso de las gasolineras ubicadas en los hipermercados, cuyos precios de referencia suelen liderar las bajadas y ser los últimos en las subidas. Pero en lo que va de año, no ha sido así. El coste de sus combustibles ha subido un 9,44%, prácticamente lo mismo que la media, aunque hay que recordar que partían con los costes más bajos de todo el sector, porque en muchos surtidores se llegó a vender el litro de diesel por debajo de un euro. Las compañías que han evitado las mayores subidas han sido las independientes y las estaciones que no están adscritas a una operadora. En el primer caso, sus precios han subido un 8,74% y en el segundo, un 8,68%, en ambos casos prácticamente un punto menos que la media.

La gasolina registra prácticamente el mismo movimiento que el del gasóleo. Las tres grandes operadoras (Repsol, Cepsa y BP) han incrementado sus precios entre enero y abril un 14,52%, un 14,02% y un 14,11%, respectivamente. En ese mismo periodo, la subida media del mercado se situó en el 13,81%. Por su parte, tanto las estaciones de servicio independientes como las de otros operadores limitaron los ascensos de precios al 12,31% y al 12,71%, respectivamente. Y aunque los hipermercados también mantuvieron las subidas limitadas frente a las grandes compañías, aplicaron incrementos de precios muy próximos a la media. En este caso, del 13,33%, apenas 0,48 puntos por debajo.

En la anterior época de caídas de precios, las estaciones de las grandes superficies lideraban las rebajas de los carburantes tanto en el diesel como en la gasolina. En el primer caso, redujeron los precios, de media, un 21,80% entre junio y diciembre del año pasado, y en el segundo, un 20,33%. Mientras que el resto de puntos de suministro los recortó una media del 21,48% y del 19,50%, respectivamente. Pero desde el pasado mes de febrero se han ido sucediendo los aumentos en todas las clases de gasolineras.

En la primera oportunidad que tuvieron las petroleras para trasladar un alza en el coste del petróleo, ya incrementaron los precios mensuales de los combustibles con mucha más disparidad frente a la competencia que cuando los reducían. Los carburantes de algunas marcas subieron en febrero hasta un 7,70% frente al 4,40% que lo incrementaron las de estaciones de servicio más baratas.

Disminuyen las ganancias

A pesar de la subida de precios, los márgenes brutos que obtienen las compañías por la venta de combustibles (la diferencia entre el precio antes de impuestos y la cotización internacional de referencia de las gasolinas) se redujeron en abril por tercera vez este año. Ese beneficio se situó en los 16,3 céntimos de euro por litro, para la gasolina 95, lo que supuso una reducción cercana al 3%. En el caso del gasóleo, el margen es de 16,8 euros, un 5,6% menos que en marzo. Ese mes, los márgenes subieron un 7% en las gasolinas y un 5,2% en el gasóleo, mientras que en febrero y enero disminuyeron.

El precio del litro de combustible se reparte entre ese margen, que suele situarse en el 1,5% del total; el coste de la materia prima (un 39%); los costes de distribución (11%); y los impuestos (48,5%).