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Sábado, 27 de junio 2015, 00:02
Es complicado hacer un listado de los abogados más importantes que han ejercido su profesión en Valencia durante el siglo XIX y principios del XX. La realidad es que en aquella época no había una gran variedad de estudios universitarios y aquellas personas que pertenecían a familias acaudaladas pasaban por la facultad de Derecho o, en el caso de que buscaran una formación sanitaria, Medicina. O Filosofía y Letras. Quienes estudiaban Derecho tenían también otras inquietudes, como el ejercicio de la política, y fueron quizás más conocidos por este motivo.
Puede que sea el universal Vicente Blasco Ibáñez el abogado más ilustre que vio nacer Valencia en el siglo XIX. Su labor como jurista no fue la que le dio la fama que ahora tiene ya que prácticamente no ejerció; la historia le recuerda por su faceta de escritor y también fue conocida su labor como político, un ferviente detractor de la monarquía que fue diputado en las Cortes durante varias legislaturas. Estudió Derecho en la Universitat de València y pese a que poco tiempo le dedicó a la abogacía estuvo colegiado en el Colegio de Abogados de Valencia.
Tanto o más multidisciplinar fue Juan Peset Aleixandre, que nació en 1886 y era hijo del eminente médico valenciano Vicente Peset Cervera. Con apenas 22 años, Juan Peset había completado cinco carreras, era doctor en Medicina, Ciencias y Derecho, así como perito químico y mecánico. Aunque su trayectoria profesional se decantó por la medicina, fue rector de la Universidad de Valencia entre 1932 y 1934, en una época en la que democratizó la universidad y mejoró las instalaciones. También fue uno de los impulsores de la creación del Instituto Cossío de Valencia.
Evaristo Crespo Azorín nació en Ayora, en 1863, estudió en Madrid Derecho, Farmacia, Filosofía y Letras y profesor mercantil. Su primo hermano fue Enrique Crespo Aparicio, abogado que se colegia incluso antes que él, en 1880, iniciando la saga de los Crespo Azorín. Fue además político y catedrático. Se aproximó al partido conservador fundado por Antonio Cánovas del Castillo y ejerció como abogado en Valencia, donde se ganó un gran prestigio. Con 28 años de edad fue elegido concejal del Ayuntamiento de Valencia, donde llegó a ejercer de teniente alcalde. Con 31 años ya era diputado provincial y posteriormente diputado a Cortes. Pese a su afición política no dejó en ningún momento de estudiar, de enseñar y de ejercer como letrado. Teodoro Llorente Olivares provenía de una familia de juristas y estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universitat de València. Pero la abogacía no fue su principal ocupación, a pesar de que sí ejerció durante un tiempo. Desde muy pronto se interesó por la poesía en valenciano, y se convirtió en la figura más preeminente de la Renaixença. Su pasión por las letras le llevó a ejercer el periodismo, y en 1860 dirigió el periódico La Opinión, que posteriormente, en 1866, se convirtió en el diario LAS PROVINCIAS, del que fue director durante cuarenta años, hasta que su hijo le sustituyó. Perteneció al partido conservador, del que fue diputado en las Cortes durante dos legislaturas y senador.
Pese a que Antonio Aparisi quedó huérfano de padre muy temprano y su familia en la pobreza, pudo cursar estudios de Derecho en la Universitat de València y terminar en Madrid. Ejerció la profesión en las dos capitales, donde alcanzó gran fama como jurisconsulto en la Corte. Sin embargo, su gran vocación fue la política y con sus ideales católicos llegó a ser jefe del Partido Tradicionalista.
Eduardo Pérez Pujol nació en Salamanca, pero durante 30 años se dedicó a la enseñanza en la Universitat de València, donde llegó a ser rector. Fue el principal impulsor del Ateneo Mercantil y otras instituciones, como la Escuela de Artes y Oficios, y el empuje que dio Pérez Pujol a la Universitat es indudable porque trató de conseguir la extensión de la universidad a otros grupos sociales, como las mujeres y los obreros.
Vicente Dualde se licenció en Derecho en la Universitat de Valencia en el último tercio del siglo XIX y desde sus inicios se destacó por su activismo político. Fue líder de la Juventud Republicana y seguidor de Manuel Ruiz Zorrilla. También fue director de El Mercantil Valenciano, abogado de gran prestigio y presidente de Lo Rat Penat de 1910 a 1912. Políticamente fue concejal del Ayuntamiento de Valencia por el Partido Republicano Progresista, diputado provincial, primer síndic del Consistorio y diputado a Cortes. Fue padre de Joaquín Dualde, ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes durante la Segunda República.
Emilio Menéndez Pallarés fue un abogado y político español. Fue masón, Gran Maestre del Gran Oriente Español y diputado al Congreso por el distrito electoral de Valencia en las elecciones generales de 1903 y 1905. Otro gran jurista fue José María Salas Reig, que nació en Burriana en 1843. Abogado, terrateniente y político, se licenció en Derecho en la Universitat de València y ejerció durante años como abogado. Fue alcalde del cap i casal durante varios años, a finales del XIX. Fue elegido diputado al Congreso en las elecciones de 1893. Dos años después abandonó el escaño y volvió a Valencia a ejercer como abogado.
También fue elegido diputado Carlos Testor, después de licenciarse en Derecho en Valencia en 1870. Trabajó como abogado de la Audiencia y fue secretario de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Valencia. Se afilió al Partido Liberal tras la Restauración y gracias a su prestigio como abogado fue concejal del Ayuntamiento de Valencia. Fundó las sociedades literarias El Recreo Literario y la Antorcha. Durante más de 20 años fue diputado por los distritos de Enguera y Torrent y posteriormente, ya entrado el siglo XX, senador. Entre otros cargos, fue director general de Agricultura, Industria y Comercio entre y director general de Prisiones, director real de Seguros y subsecretario de Gracia y Justicia. Recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica.
En esta lista en la que podrían entrar muchos más letrados prestigiosos no podía faltar Emilio Attard, que vivió en el siglo XX. Estudió Derecho y Periodismo, fue amigo de Luis Lucia, militó en la Derecha Regional Valenciana y durante la Guerra Civil luchó en el ejército republicano. Al acabar la guerra se le prohibió dedicarse al notariado y abrió un despacho de abogados.
Fue presidente del Consejo de Administración del Banco de la Exportación, que había fundado en 1965, y decano del Colegio de Abogados de Valencia entre 1962 y 1968. Miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, en 1975 entró en política promoviendo una opción católica, muy ligada a la burguesía valenciana, el Partido Popular Regional Valenciano, que posteriormente se integró en la Unión de Centro Democrático (UCD).
En las elecciones generales de 1977 y 1979 fue elegido diputado por Valencia, presidente de la Comisión Constitucional y vicepresidente del Congreso de los Diputados. A la vez, fue el máximo dirigente del centroderecha valenciano. Posteriormente fue consejero del presidente Leopoldo Calvo-Sotelo, consejero de Estado y profesor de derecho político.
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