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Viernes, 30 de octubre 2015, 23:52
No son las primeras ni serán las últimas. Pero las plagas actuales que afectan a los campos valencianos y las que amenazan con hacer estragos se han convertido en el enemigo a batir tanto para los propios agricultores como para las autoridades competentes. Nuevas enfermedades exóticas pueden ponen en peligro cítricos, caquis, arrozales y olivos en la Comunitat.
A la extendida mosca de la fruta (Ceratitis capitata) se han sumado el Cotonet de les Valls o el ácaro de Texas en los cítricos. El hongo de la Pyricularia pone en jaque los arrozales y la sombra de la devastadora psila africana, la omnipresente bacteria Xylella fastidiosa y la mancha negra planea sobre el campo valenciano. AVA-Asaja advierte de que cada siete meses entra una nueva plaga: «Mientras la Unión Europea no pone suficientes medios para frenarlas, al mismo tiempo está suprimiendo materias activas que sí permite a terceros países», denuncian. Estos son principales peligros del campo y así se lucha contra ellos.
«La mosca de la fruta sigue siendo la más extendida entre los cítricos y también afecta a frutales. Es a la que más esfuerzos se dedica para controlarla», explica el director general de Agricultura, Rogelio Llanes. Este insecto produce una maduración precoz y caída del fruto y supone un problema para las exportaciones a terceros países; como ejemplo, el protocolo para exportación a Estados Unidos.
Cítricos
Según las condiciones climáticas concretas de cada zona y cada año, la Ceratitis puede tener hasta ocho generaciones anuales. Las variedades más afectadas son las clementinas tempranas (entre septiembre y noviembre) y naranjas tardías (entre abril y junio).
Para frenarla se destinarán este año más de siete millones, que comprende tratamientos terrestres, seguimiento de poblaciones, reparto de proteínas, trampeo masivo y el uso de la técnica del insecto estéril. Se trata de un método de control global de poblaciones en grandes superficies, que consiste en la liberación de grandes cantidades de machos estériles.
A la ya usual Ceratitis capitata se suman el Cotonet de les Valls y el ácaro de Texas, que se detectó en la Safor y se fue extendiendo hacia la Ribera, Camp de Morvedre, l'Horta, Camp del Túria y la Hoya de Buñol. Este parásito daña tanto las hojas como en el fruto. En concreto, decolora y deteriora las hojas hasta que caen, mientras que en el fruto difumina su color y origina manchas de color plateado que terminan por depreciar su valor impidiendo que se comercialicen en fresco. «El Cotonet comenzó en el Camp de Morvedre y ya está bajando por La Costera», alertan desde AVA-Asaja.
Pero la preocupación aumenta al hablar de la psila africana (Trioza erytreae), un insecto «que actúa como vector de una de las enfermedades más letales para este cultivo, el 'greening' o HBL y que resulta devastadora», admite Llanes. De momento ya se ha detectado su presencia en Galicia y Portugal. Sus daños son irreversibles.
La psila africana está asentada en buena parte de Asia, Sudáfrica y Brasil, donde en menos de 10 años ha obligado a destruir más de 27 millones de árboles de cítricos; esto es el equivalente de toda la superficie citrícola de la provincia de Valencia. También en Estados Unidos sufren la presencia del 'greening'.
De hecho, en California están aplicando un riguroso plan de control para impedir su propagación.
La conselleria tiene en marcha un plan de vigilancia fitosanitaria en el que se multiplican las inspecciones y se busca cualquier señal que permita actuar a tiempo. En caso de que la enfermedad llegara, la solución pasaría por arrancar las plantaciones dañadas y quemarlas.
Otra amenaza latente es la Xylella fastidiosa, una poderosa bacteria que afecta a centenares de especies de cultivos, como olivos, almendros y plantas ornamentales. También ataca a los cítricos, la viña y cualquier tipo de frutal. Y las alarmas ya se han disparado en la Unión Europea tras la detección de dos brotes en Italia y Francia. El síntoma más evidente es el quemado de la hoja o de los brotes. Una parte verde se seca de repente volviéndose marrón.
Su peligrosidad es doble. Por un lado porque afecta a muchos y muy diversos géneros de vegetales tanto frutales como ornamentales o aromáticas. Por otro, porque es muy difícil de eliminar. «La principal vía de propagación es el material vegetal por lo que, en caso de hallarse la Xyella fastidiosa en él, se procedería a destruir el material sospechoso», explica Llanes. Pero eso aún no ha ocurrido en la Comunitat. Para evitarlo, la Conselleria de Agricultura ha puesto todos sus esfuerzos en la aplicación de en un plan de contingencia.
«La principal medida de control fitosanitario consiste en extremar el control sobre el comercio de ese material vegetal, ya que una vez que aparecido un foco de esta bacteria los tratamientos químicos no suelen ser efectivos y la única solución consiste en eliminar los árboles y la vegetación silvestre circundante que puede hospedar a este organismo», explican desde AVA-Asaja.
La mancha negra es la tercera plaga que amenaza los cítricos. Presente en las exportaciones del Hemisferio Sur hacia los mercados comunitarios, la prevención pasa por la intensificación de los controles para evitar la entrada de material vegetal infectado. Pero AVA-Asaja advierte de la necesidad de parar la entrada de estos cargamentos contaminados por este peligroso hongo, que se manifiesta con la aparición de lesiones necróticas en la corteza de los frutos.
Arroz
El hongo de la Pyricularia causa estragos en la agricultura valenciana. «Este año se han dado las condiciones para su proliferación», lamenta el director general de Agricultura. La combinación de temperaturas altas y la elevada humedad han sido un caldo de cultivo para su desarrollo, que causa un descenso del 15% en la cosecha de arroz y pérdidas de casi 5,6 millones en toda la zona productora: desde el parque natural de la Albufera hasta las marjales de Pego-Oliva y Almenara.
Tal ha sido su presencia que, si normalmente se hacen dos tratamientos fitosanitarios, en agosto el Ministerio autorizó la realización de un tercero para combatir este hongo, «pero sus resultados no han sido tan favorables como podía esperarse en un principio», afirman los agricultores.
La planta invasora Leersya oryzae también está siendo un obstáculo para el arroz. Por último, los arrozales de la Albufera han de hacer frente a hongo Nakataea oryzae que provoca la enfermedad de la esclorotinia cuyo resultado final es la muerte de la planta del arroz. Este patógeno sobrevive en los restos de la paja que quedan en las parcelas tras la cosecha y su acción provoca la podredumbre irreversible del cuello de esas mismas plantas.
Para mantenerlo a raya es necesario eliminar los restos del cultivo bien mediante la incineración, bien a través del enterrado profundo de los mismos o bien mediante su completa retirada de las parcelas, al tiempo que advierten que las aplicaciones foliares de fungicidas no son efectivas para hacer frente a esta enfermedad.
Destaca también la campaña para controlar el Chilo, mediante el método de confusión sexual para prevenir la entrada del caracol manzana presente en el Delta del Ebro.
Caqui
«Nos encontramos ante una nueva plaga de moscas blancas», confirma Llanes. Se trata de insectos muy dañinos cuya presencia hasta el momento se limitaba y circunscribía a la citricultura, pero que por primera vez se ha detectado también en las plantaciones de caqui. Los términos municipales cuyas plantaciones se están viendo más castigados por la mosca blanca son Alginet, Algemesí, Albalat de la Ribera, Carcaixent y Polinyà del Xúquer. Otras plagas más dañinas son la mancha foliar, el cotonet y los trips.
Palmeras
La plaga del picudo rojo amenaza las palmeras desde hace varios años. «Estamos poniendo más medios y trabajamos con las universidades valencianas en un ensayo con un hongo patógeno», explica el responsable de Agricultura. El Consell establece medidas fitosanitarias obligatorias para el control y erradicación de la plaga Rhynchophorus ferrugineus y se califica de utilidad pública la lucha contra el género Rhynchophorus-spp entre las que se encuentran la protección de los palmerales históricos mediante la vigilancia e inspección, la eliminación de palmeras infestadas y la red de trampeo y por otra parte la protección de los productores de palmáceas. El picudo rojo se detectó por primera vez en 1993 en Andalucía en unas palmeras importadas de Oriente Medio. El picudo negro o del agave (Scyphophorus acupunctacus) también se está extendiendo por el litoral.
Níspero
Para combatir la amenaza del fuego bacteriano se establecen prospecciones anuales en las zonas de seguridad.
Olivo
La Conselleria de Agricultura también ha retomado el control contra la mosca del olivo, un insecto casi olvidado pero que ocasiona daños directos que derivan en la disminución de la calidad del aceite.
Para luchar contra todas estas plagas existen tantos medios terrestres como aéreos, aunque estos son poco comunes y requieren de autorización expresa. El principal problema en esta batalla es que cada vez existen menos productos fitosanitarios para su control, con más requisitos normativos para su utilización, como las inspecciones de maquinaria y la formación obligatoria de los agricultores.
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