PPLL
Domingo, 13 de diciembre 2015, 23:39
Los correos electrónicos no tienen desperdicio. Prácticamente todas las irregularidades que supuestamente se cometieron en la institución encuentran soporte documental de algún tipo. Especialmente significativo resulta un mail que se envía a uno de los auditores habituales de las cuentas de Aido. Emilio le pide con urgencia que dé el visto bueno a las cuentas de un cuatrimestre porque necesita presentarlas a diferentes entidades bancarias para presuntamente obtener financiación. Al comprobar la documentación que le adjuntan, su respuesta no deja lugar a dudas: «Si esto es así, nos engañastéis o nos tomastéis el pelo en la auditoría de 2013 o bien no son ciertas estas afirmaciones y es una mera justificación». El profesional advierte a los responsables de la institución que no entrará en ese juego. «Como comprenderás, no voy a firmar nada», concluye.
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