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Eugenio Calabuig en su despacho de presidente del Grupo Aguas de Valencia. :: juanjo monzó

Calabuig se hace con el 97% de Aguas de Valencia y pone fin a la batalla accionarial

Suez y La Caixa venden su participación por 70 millones a Fomento Urbano de Castellón, después de 20 años de enfrentamiento

Á. MOHORTE

Miércoles, 20 de julio 2016, 23:58

Fomento Urbano de Castellón anunció ayer la adquisición de la participación que hasta ahora mantenían en Aguas de Valencia el grupo francés Suez y Criteria, la sociedad de inversión de La Caixa. De este modo, la familia Calabuig se hace con la propiedad del 97,35% de la compañía, al incorporar a su porcentaje actual el 18,55% de la entidad gala y el 14,51% de la catalana.

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El precio de ese 33,06% ha sido de 70 millones de euros, según un comunicado remitido por Aguas de Valencia y Fomento Urbano de Castellón. De este modo se cierra uno de las luchas corporativas más larga de la historia empresarial de la Comunitat Valenciana y que apunto estuvo de poner en manos foráneas esta centenaria compañía de servicios.

La historia que termina con esta compra comenzó a finales de las década de los 90, cuando un grupo de empresarios valencianos se movilizaron ante el peligro real de que la compañía de gestión de aguas terminará dominada por una multinacional francesa. Se trataba del Grupo Bouygues, a través de una filia, la firma Saur.

Encabezados por Eugenio Calabuig, entonces representante de la empresa familiar Viuda de Gimeno, tanto el Banco de Valencia (histórico accionista de la compañía), la constructora de la familia Batalla (Lubasa) y el Grupo Boluda hicieron frente común contra los franceses, aprovechando la salida del bando de Santander del accionariado. Entre las medidas más significativas fue la exclusión de ese socio que se consideraba invasor del consejo de administración.

Con su 33% de la propiedad, Saur intentó por todos los medios acceder a los órganos de decisión y aplicó un marcaje estrecho a los consejeros que se evidenciaba en cada junta general de accionistas. Los socios valencianos se mantuvieron firmes en su postura y, finalmente, Saur vendió su 33% a unos compatriotas de Suez Environnement, filial del gigante de la gestión de aguas Suez.

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La presencia francesa

Este nuevo actor volvió a intentar lo que su antecesor no había logrado. A pesar de que confiaba en que un cambio de interlocutores debilitara la unidad del grupo de accionistas valencianos, lo cierto es que sus resultados fueron escasos en ese sentido y comenzó un nuevo episodio de enfrentamientos que tuvo entre sus puntos culminantes el fin de la cotización de Aguas de Valencia en Bolsa.

La empresa valenciana era una de las pocas que estaba en el mercado, aunque fuera en los corros de las plazas de Valencia y Barcelona. Se trataba de un 39,32% de la compañía, que podía ofrecer un puente para acceder a su control al margen de sus consejeros valencianos. Calabuig (ya establecido de forma independiente con Fomento Urbano de Castellón) y sus socios consiguen su objetivo en 2009, al tiempo que conforman Agval, agrupando en ella sus acciones.

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Paulatinamente, la empresa del presidente va adquiriendo la partición de sus antiguos compañeros de viaje hasta hacerse con el control total de Agval. La decisión anunciada ayer estaba prevista, aunque fuentes conocedoras de sus interioridades apuntan que se ha adelantado ante el avance de los pasos previstos en 2014, cuando se decidió la venta que ahora se ejecuta.

Entonces, Fomento Urbano de Castellón ya logró el control de Aguas de Valencia con el 64,29% de las acciones al adquirir a La Caixa la antigua participación del Banco de Valencia (entonces ya integrado en la entidad catalana), por 95 millones de euros. Al mismo tiempo, la empresa de los Calabuig también suscribió una serie de acuerdos con Suez que han desembocado en el actual desenlace.

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El Grupo Aguas de Valencia se define como una de las empresas españolas más importantes en el ciclo integral del agua y mantiene una fuerte presencia en el conjunto de España y en países de América Latina, África y Asia. En conjunto cuenta con 6 millones de clientes en más de 300 ciudades españolas y gestiona más de 15.000 kilómetros de tuberías. Cuenta con una plantilla de más de 2.500 trabajadores. Es una compañía líder en innovación y tecnología del agua y es en la actualidad la empresa que gestiona un mayor parque de contadores inteligentes de toda Europa.

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