PPLL
Lunes, 25 de julio 2016, 00:05
Aunque los auditores de Bankia vienen advirtiendo en sus informes que el tema del Banco de Valencia podría resultar un perjuicio contable -no estimado-, sus antiguos gestores intentaron a toda costa minusvalorar los vínculos con aquel tras destaparse su agujero. Rodrigo Rato dio instrucciones a finales de 2011 para que se aparentara que era una mera «participación financiera» sobre la que no se tenía poder de decisión, pese a que su matriz (BFA) siempre fue el primer accionista. La versión oficial era que se trataba de «una filial que consolidaba con el conjunto del grupo», lo que le valió para no inyectar capital pese a sus pérdidas. El relevo de Olivas como presidente por Izquierdo lo decidió Bankia, no los otros socios.
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