El comercio de la Comunitat justificará su defensa de la libertad horaria con el repunte de las ventas minoristas

«Sin informes, las decisiones son arbitrarias y no rigurosas, y hay que trabajar desde el máximo rigor». Con esa filosofía, el conseller Rafael Climent acordó el miércoles con los miembros del nuevo grupo de trabajo sobre horarios comerciales que, en las próximas dos semanas, cada uno de ellos aporte los informes y datos que considere oportunos para justificar su postura sobre la libertad horaria y «dónde incidir» al negociar la ansiada solución unánime que evite los tribunales.

Tras el estreno del 'miniobservatorio' del comercio, con una decena de agentes del sector, el director general de Comercio, Natxo Costa, y los asesores de los concejales de Valencia y de Alicante -que estaban en Fitur-, Climent no quiso ahondar en las distintas posibilidades que están encima de la mesa, como tampoco habían hecho en el encuentro, hasta poder contrastar los informes de los que dispone su departamento con los que presenten los comerciantes sobre cuestiones como la afluencia de compradores, las condiciones de sus trabajadores, la conciliación o los criterios para determinar «si una zona realmente es turística o no» y, como tal, puede solicitar la libre apertura en festivos.

El conseller de Economía prefirió quedarse con lo positivo: la voluntad de alcanzar un acuerdo que demostraron las partes, aunque admitió que lograrlo será «difícil, complejo y probablemente lleve mucho tiempo» porque algunas posturas siguen alejadas. Según señalaron a LAS PROVINCIAS participantes en la cita, ese distanciamiento se evidenció, por ejemplo, cuando CC OO y UGT rescataron la propuesta inicial del equipo de gobierno de Joan Ribó de restringir la libertad horaria al entorno más próximo de la Lonja, dejando fuera la calle Colón.

Esa opción, desterrada hace un año por el pacto con el sector que limitó de cinco a dos zonas la libre apertura, al centro y la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, choca frontalmente con la de las grandes superficies, representadas por Anged, partidarias de la libertad horaria que recuperaron tanto en Valencia como Alicante cuando el propio Climent tuvo que tumbar la restricción que había ordenado apenas un mes antes. El motivo fue, precisamente, un informe: el solicitado a la Abogacía General de la Generalitat por su entonces número dos, la socialista María José Mira, que determinó que se habían cometido en errores en la tramitación.

Entre los informes que llegarán a las dependencias de la Conselleria de Economía antes de los primeros días de febrero, cuando está previsto que vuelva a reunirse el grupo de trabajo, estarán los argumentos de la gran distribución para defender la libertad horaria, a la que las grandes superficies vinculan, entre otras cuestiones, el repunte de las ventas del comercio minorista en la Comunitat el pasado año, el mayor entre las autonomías, con una tasa del 6% a cierre de noviembre frente al 4% de la media estatal, según los últimos datos publicados por el INE.

Por su parte, los sindicatos incidirán en la conciliación de la vida familiar y laboral de los trabajadores del sector a la que también se apela desde la Conselleria de Economía, mientras que las patronales Covaco, Cecoval y Unió Gremial avanzaron su apuesta por «un modelo de comercio que favorezca el equilibrio y la diversidad comercial y garantice una oferta variada y de proximidad a todo el territorio y a todos los colectivos sociales».

Por diferencias como las citadas, la labor de Climent para alcanzar un consenso que permita enterrar el frente judicial abierto por su departamento para acabar con las zonas declaradas por el PP en 2013 se antoja complicada. Su intención era que ese pacto global partiese de su recuperado plan de concentrar las aperturas en festivos en Navidad, Semana Santa y verano en toda la Comunitat, aunque después admitió ya la posibilidad de establecer formatos diferenciados en función de las distintas realidades municipales existentes. Ayer, a falta de contrastar los pros y los contras de la libertad horaria, el conseller confiaba en que «todo ese conglomerado de datos ayudará a ir configurando qué modelo de comercio queremos para nuestro territorio, si es de estilo mediterráneo o de otra índole».