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Á. M.
Martes, 2 de octubre 2018, 00:43
Valencia. Ver el vaso medio lleno o medio vacío es cuestión de estados de ánimos. La marca automovilística estadounidense Ford lanzará a partir del año que viene la nueva generación de su modelo Mondeo híbrido y éste se fabricará en la planta de la compañía en Almussafes, contando además con una nueva versión Sportbreak, según informó la empresa con ocasión del anuncio. En todo caso, sustituye a modelos que ya producía de Mondeo híbrido en Valencia, el primer vehículo de estas características que fabrica la compañía en la región europea, y va acompañado de las variantes diésel y de gasolina.
Fuentes de la compañía aseguran que, siendo positiva, esta medida no resuelve los motivos que han sembrado la inquietud en la planta valenciana ante el inminente ajuste a escala europea que prepara la empresa. A pesar de que permite diversificar el riesgo de cara a compensar las caídas que se prevén para el diésel y estar mejor situados para ganarse la producción de más híbridos, no se ve como una solución, sino como un paliativo.
Y es que, en la factoría se da por sentado que si Ford deja de fabricar el Fusion en el mercado americano, el siguiente paso es que Almussafes diga adiós al Mondeo en torno a 2022 y, con él, también a los S-MAX y Galaxy, perdiendo de una tacada tres de los seis modelos que produce y que están afectados por las caídas de ventas de este 2018. La pregunta es qué pasará después, en el momento en el que el Kuga se quede como el clavo ardiente con el que garantizar la carga de trabajo y el empleo.
La fecha a partir de la cual se prevé tener datos para hacer cálculos es el próximo 9 de octubre, cuando la dirección de la multinacional se reunirá con el comité de empresa continental para exponer el plan de ajustes que supere las medidas a corto plazo (como el cierre de la planta de Valencia los días 10 y 11 de octubre) y establezca un nuevo escenario mejor o peor, pero con voluntad de ser duradero.
A finales de septiembre, el presidente y consejero delegado de Ford España, Jesús Alonso, quiso enviar un mensaje de tranquilidad a la factoría de Almussafes, indicando que se está «en muy buena posición» para afrontar los cambios, en lo que se refiere a producto. «Hemos tenido dificultades, sobre todo por el diésel, y hay que ir compensando los problemas», reconoce, al tiempo que apunta al desarrollo de alianzas con otras marcas, «como se ha hecho con Volkswagen», para proyectos conjuntos de vehículos comerciales.
La totalidad de los modelos que produce ha registrado descensos en el primer semestre del año, frente a las cifras de 2017. El mayor desplome lo sufrió el S-Max, que redujo su fabricación un 44,19% hasta las 9.600 unidades. La causa está en los problemas de rentabilidad, debido al cambio de tendencia en el mercado, que prefiere los SUV frente a los monovolúmenes. Además, dos plantas compiten con ese modelo, ya que los fabrica tanto la planta valenciana como la alemana de Saarlouis. Sin embargo, el caso inquietante es el del Kuga, que es la mitad de la generación de unidades de Almussafes y que ha visto recortada su fabricación en un 20%, hasta los 80.000 por la caída de la demanda.
Sobre el nuevo modelo, el vicepresidente de Marketing, Ventas y Servicio de Ford Europa, Roelant de Waard, aseguró que «los motores electrificados seguirán desempeñando un papel clave en nuestra gama de productos europeos. Ford está invirtiendo 11.000 millones de dólares (unos 9.400 millones de euros) y planea lanzar 16 vehículos totalmente eléctricos dentro un catálogo global de 40 vehículos electrificados de aquí a 2022», añadió.
La compañía automovilística explicó que el Mondeo híbrido es capaz de circular en modo totalmente eléctrico y desarrolla una potencia de 187 caballos, «con una transmisión automática de variador continuo que mejora la eficiencia», aunque se dará más detalles del modelo cuando se acerque la fecha de comercialización.
El Mondeo híbrido se comercializa en la actualidad con una carrocería de cuatro puertas y también en la variante Vignale. Este vehículo utiliza una motorización eléctrica que apoya al propulsor de gasolina de 2.0 litros, al tiempo que utiliza una tecnología de freno regenerativo que captura hasta el 90% de la energía que se pierde durante el frenado para recargar la batería.
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