Los naranjos están 'engañados' por la sed y florecen como si fuera abril

Algunos campos de cítricos de Godelleta presentan una extemporánea floración que puede llevar fácilmente a engaño a personas que estén predispuestas a encontrar indicios de que algo muy raro está pasando últimamente con la meteorología. No es nada extraño, pese a lo sorprendente de esta exuberante floración, que además resulta sumamente perjudicial para los intereses económicos de los agricultores afectados por el problema.

La explicación es muy sencilla, aunque lamentable: los árboles, duramente afectados por la falta de agua de riego, se han visto 'engañados'. Primero cuajaron poco la primavera pasada por culpa de la sed. Se ve que tienen frutos de floraciones tardías, resultado de desequilibrios derivados de la merma de agua. Luego, al caer algunas lluvias en las últimas semanas, junto a la pequeña dotación de riego de mantenimiento que les llega, más una temperatura suave, los naranjos se han sentido como si estuvieran en pleno abril y han estallado en flor, que en última instancia es la manifestación lógica de la debilidad, el esfuerzo vegetal de reproducción para intentar perpetuarse.

Lo que vendrá a continuación será más desequilibrio. Pese a que se dispusiera de suficiente agua para cultivar con normalidad, esta floración de ahora inhibiría seguramente la buena de la primavera próxima, y al mismo tiempo convivirán cosechas parciales de las sucesivas floraciones a destiempo, pero con calidad muy deficiente, sin ningún valor comercial. En suma, un auténtico desastre para desanimar al más esforzado de los citricultores. Por no contar con el agua que en otros sitios se pierde en el mar sin dar provecho a nadie.