Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Lunes, 25 de abril 2016, 00:01
Un aspecto que llama mucho la atención a los agricultores y a los cuerpos policiales es que en los centros o almacenes donde se compra todo tipo de naranjas que les lleven, con destino a industrias de zumos, pagan al contado y en metálico. ¿Cómo es posible tanta diligencia, si en el medio agrario es habitual que los pagos de las cosechas se retrasen varios meses? ¿Qué milagro es éste y de dónde surge? Ahí es donde cabe aplicar lo que la Delegación del Gobierno llama 'técnicas de inteligencia'. Porque resulta evidente que ese comportamiento tan diferente en los pagos se debe a la necesidad de estas cadenas de suministro de garantizar que no les falle la llegada de mercancía. Si pagaran de otra forma no contarían con un abastecimiento tan fluido. Les llevarían naranjas del suelo o de destrío unos cuantos agricultores, pero no más.
Para frenar el flujo de naranja robada, las organizaciones agrarias piden que se imponga la obligación de pagar por transferencia bancaria, y de paso que se vigile el funcionamiento del IVA y las retenciones del IRPF en los pagos para mayor trazabilidad, formando en todo ello a los agentes que investigan delitos en estos casos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.