
PPLL
Domingo, 5 de junio 2016, 23:59
Gandes empresarios citrícolas e ingenieros agrónomos especializados están enfrascados en los últimos años en implantar estrategias de control biológico de las plagas, en consonancia con la dinámica social imperante en este sentido y por el convencimiento de que resulta importante para el medio ambiente y la economía ahorrar en el uso de plaguicidas. Sin embargo, mientras se logra controlar el 'poll roig' bastante bien potenciando la proliferación de predadores naturales, más algún tratamiento ocasional en fechas concretas (las dos primeras semanas de junio son las idóneas para tratar), en el caso de la araña roja ven imposible conseguir igual eficacia. La población de fitoseidos, que son los enemigos naturales de los ácaros dañinos, nunca llega a ser lo suficientemente potente como para frenar el ácaro 'Tetranichus' en clementinos, por lo que es imprescindible realizar aplicaciones con acaricidas en verano para evitar defoliaciones en los árboles y la presencia de frutos dañados, que no quieren los consumidores.
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