Competencia ve lesivo que los ganaderos se organicen

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha acusado a la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) de utilizar un «doble rasero» al perseguir a los cunicultores, porque intentan organizarse para mejorar su rentabilidad, e ignorar las prácticas de industrias y distribución para bajar precios.

Ante esta diferencia de trato, la organización agraria ha estallado diciendo: «Déjennos en paz», puesto que no entiende esa «doble vara de medir; impiden que nosotros nos organicemos y avalan las prácticas abusivas de algunos mataderos, industrias y distribución».

En su último informe sobre el sector, la CNMC afirma que las organizaciones de productores que están empezando a constituirse pueden disminuir la «tensión competitiva y perjudicar a los consumidores». A ello han respondido desde UPA diciendo: «Para tensión, la que estamos sufriendo los ganaderos, que nos vemos forzados a integrarnos o a cerrar nuestras granjas». Tras una reunión sobre los graves problemas de las granjas cunícolas en el Ministerio de Agricultura, UPA ha lamentado que industrias, mataderos y las grandes cadenas de la distribución «pueden hacer lo que quieran con el beneplácito de Competencia», al tiempo que critican que «cuando los ganaderos tratan de mejorar su posición, son perseguidos».

Desde la organización han recordado a la CNMC que el carácter perecedero de los productos agrarios, junto con el «enorme desequilibrio» en la cadena agroalimentaria, impiden a los agricultores y ganaderos la defensa del precio de sus productos. Señala además que a pesar de la ley de la Cadena Alimentaria y de los avances en materia de firma de contratos, en muchas ocasiones no existe una negociación real del precio del contrato, sino que es impuesto a los productores por el eslabón inmediatamente superior.

Respecto a la defensa de los intereses del consumidor, señala UPA que «todos queremos protegerle, porque también todos somos a la vez productores y consumidores, pero llevar al cierre al sector cunícola español no es pensar precisamente en los consumidores».