La cosecha de cítricos se recupera tras el bajón de la campaña pasada

Tras el descenso del 19,3% de la cosecha citrícola española en la pasada temporada, los primeros aforos del sector anuncian una clara recuperación del tonelaje y existe amplia coincidencia en señalar que el porcentaje de aumento sobre la campaña anterior puede cifrarse en alrededor del 20%, más apreciable en naranjas y limones que en mandarinas. Esto significa que, pese a la subida general, no es previsible que se llegue a niveles de cosechas récord anteriores, puesto que el 20% se aplica sobre el volumen de la pasada campaña, claramente inferior (6 millones de toneladas según el Comité de Gestión de Cítricos) a volúmenes anteriores.

El organismo que aglutina a la mayor parte de las firmas valencianas exportadoras de cítricos ha señalado, al hacer balance global de la temporada que ahora culmina, que el volumen de exportación ha mantenido cifras muy superiores a lo que podría esperarse por el descenso de producción. De los 4,15 millones de toneladas exportadas en la temporada 2014/15 se baja sólamente en la 2015/16 a 3,64 millones, lo que únicamente representa un 12,3% de disminución en las ventas al exterior, porcentaje inferior a la merma de cosecha.

Por otro lado se destaca desde el Comité de Gestión que el volumen de ingresos ha sido similar pese al descenso de cosecha, porque se pudo vender a precios unitarios algo mejores, debido, por un lado, a la menor oferta en general y por otro a la mayor calidad general de la mercancía. Esto permitió además un mejor aprovechamiento en la gestión de mermas y derivó en menor cantidad de fruta destinada a la industria de zumos y conservas.

Otro aspecto que se señala desde el Comité es que la exportación citrícola destinada a los demás países de la UE alcanzó el 93% (3,182 millones de toneladas) del total y se mantuvo en volúmenes similares a la campaña anterior. Esto viene a ratificar una vez más que los mercados tradicionales acaparan en primera línea las preferencias de todo comercializador, porque están más cerca, prefieren nuestra calidad, hay largas y sólidas relaciones comerciales y además son los destinos más seguros y suelen pagar algo mejor. A los mercados más alejados se recurre en mayor medida si se aprecia saturación en Europa. Aunque ésta no es regla que se cumpla a rajatabla en todos los casos, porque en año de menor presión vendedora es cuando más envíos se han registrado por ejemplo a China y ello se ha debido a que se ha encontrado a importadores chinos que pagan bien por lo mejor y enviar allí está resultando más rentable que a muchas de las cadenas de supermercados europeas.