Naranjos de secano

Las estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura reflejan que en la Comunitat Valenciana hay 162.093 hectáreas de cítricos, de las cuales 151.241 están en régimen de regadío y las 10.852 restantes son de secano.

Sí, no se sorprendan: ¡cítricos de secano! Todo el mundo sabe que entre nosotros no cabe cultivar naranjos sin aportar agua de riego cuando no llueve, que es la mayor parte del año y últimamente más aún. Lo de tener cítricos y otros frutales dependiendo sólo de la lluvia es cosa de otras latitudes, donde a las buenas temperaturas se añade una pluviometría abundante y bien repartida durante todo el año. En España, totalmente imposible.

La prueba palpable de que es así, de que no hay manera de que prosperen los naranjos y mandarinos sin que se rieguen, está en los innumerables campos donde fue abandonado su cultivo y los árboles están secos, totalmente improductivos, y cuando se alarga tal abandono durante varios años, quedan muertos o irrecuperables.

Pero el ministerio sitúa esas superficies en su asombroso apartado de ¡cítricos de secano! Porque la realidad es que si va un funcionario a una de tantas parcelas donde los dueños, cansados de perder dinero, cortaron el agua, lo que ven allí es que sigue habiendo árboles que recuerdan remotamente a los naranjos, aunque, al no regarse, están muy pobres, sin cosecha, con las ramas secas y las pocas hojas que fueron capaces de reverdecer tras alguna lluvia, macilentas, a punto de secarse del todo. Conclusión: son cítricos, es verdad, pero como no se riegan, dicen que son de secano. Y de paso enmascaran la triste realidad de que son estampas que denuncian las adversas circunstancias que llevaron a su abandono.

El mismo ministerio reconoce que «las superficies de secano que aparecen en los resultados de frutales típicamente cultivados en regadío corresponden frecuentemente a estas plantaciones abandonadas» y que se incluyen las que «todavía puedan ser recuperables».

Para toda España cifra el abandono o 'secano' de cítricos en 20.458 hectáreas (más de la mitad, de la Comunitat Valenciana) y 276.642 en regadío; o sea, las cultivadas con normalidad hasta ahora y con permiso de la dura sequía.