Citricultores de la Plana contra las ventajas de la UE a Sudáfrica

La Plataforma de Citricultores de Castellón ha pedido la dimisión «de todos los Eurodiputados que votaron en su momento a favor -o se abstuvieron- de la normativa que concede a Sudáfrica autorización para exportar sus cítricos a la UE sin pago de aranceles hasta el 30 de noviembre de cada año».

Dicha Plataforma está celebrando reuniones en casi todas las poblaciones de la comarca de La Plana y empieza a consolidar una estructura propia de funcionamiento al margen de las organizaciones agrarias clásicas, a las que llaman de paso a unir fuerzas y olvidar diferencias.

El descontento crece entre los agricultores y propietarios de La Plana, como también en otras comarcas valencianas, porque la campaña citrícola está siendo desastrosa hasta el momento y se van sumando las variedades que se venden a precios muy bajos o ni siquiera pueden venderse y quedan por recolectar.

El más negro colofón lo está poniendo la Clemenules, afectada gravemente por los deterioros de 'pixat' tras las intensas lluvias, lo que ha propiciado que sea precisamente en La Plana -que centra la mayor producción de esta variedad- donde el clamor generalizado está cuajando en movilizaciones y en la constitución de dicha Plataforma.

Los agricultores consideran que gran parte de la culpa de que se les quede la Clemenules en los campos -como anteriormente ocurrió con otras variedades de clementinas y satsumas- la tiene el acuerdo de la Unión Europea para conceder nuevas ventajas a los productores de África del Sur.

La prueba que esgrimen para ello es que mandarinas y naranjas de este origen han permanecido en toda Europa hasta hace poco, lo que ha impedido que la campaña de exportación valenciana empezara y se desarrollara con fluidez. A partir de ahí, las complicaciones se han ido sumando y acrecentando hasta llegar el gran desastre final de las lluvias que han estropeado una cosecha que aún permanece en los árboles, en cantidades muy por encima de lo que hubiera ocurrido en otras circunstancias, y sin salida.

Los integrantes de la Plataforma Citrícola de la Provincia de Castellón recuerdan que, para mayor escarnio, fueron 17 los eurodiputados españoles (8 del PP y 9 del PSOE) que votaron en contra de los intereses citrícolas españoles y a favor de los de Sudáfrica, por lo que les piden un mínimo de dignidad y coherencia, dejando de representarles en el Parlamento Europeo.

También solicitan que los partidos políticos, y en su lugar los grupos parlamentarios correspondientes, tomen conciencia de la problemática suscitada e inicien las actuaciones pertinente para «derogar la normativa que favorece a los cítricos de Sudáfrica».

Otra de las cuestiones que ha tratado la Plataforma, en las distintas asambleas locales que ha celebrado en las últimas semanas, consiste en pedir «que la UE financie la lucha biológica a gran escala contra las plagas de los cítricos». Recuerdan que «los verdes, los ecologistas, los defensores del medio ambiente y las propias superficies de venta, que defienden mínimos o nulos residuos de plaguicidas, están moralmente obligados a apoyar esta propuesta que debe llegar al Parlamento Europeo». Consideran que si la sociedad europea moderna demanda este paso, debe ser también toda la sociedad la que pague su coste, a través de las instituciones públicas.