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Domingo, 25 de diciembre 2016, 23:42
Algunas firmas comerciales, de las que siempre tratan de sacar ventaja en río revuelto, han comenzado a recolectar mandarinas Ortanique para mezclarlas con la Clemenvilla o Nova, que está en plena campaña. El problema es que la Ortanique es una variedad mucho más tardía, está todavía verde y aún le faltan meses, aunque por fuera esté ya de color anaranjado. Como el año pasado sufrió mucho para ser colocada y sus precios se hundieron, arrinconada por otras mandarinas tardías de superior calidad, facilidad de pelado y mayor preferencia entre el consumidor (Nadorcott, Tango, Safor, Mor, Murcott, Orri...), algunos atrevidos han optado este año por anticiparse a todas ellas. Pero, claro, no pueden decir aún que es Ortanique, y lo que hacen es camuflarla entre la Nova o Clemenvilla. Un fraude que a la larga irá una vez más en contra del colectivo, porque el consumidor que se vea engañado por el sabor agrio no repetirá.
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