Más de 8.000 personas y 250 tractores salen a la calle por el campo valenciano

"No podemos más. Este año ha sido el peor". Las palabras de Conchi son el clamor de todo un sector. Los agricultores valencianos han vuelto a manifestarse este viernes con una marcha a pie y una tractorada masiva bajo el lema 'SOS: por la supervivencia del campo valenciano'. Con esta protesta, el sector se vuelve a hacer eco de la delicada situación de los productores valencianos, donde se ha llegado al límite de que una bolsa de plástico cueste más que un kilo de naranjas.

La protesta ha sido secundada por más de 8.000 personas y 250 tractores, según los datos recogidos por las organizaciones agrarias convocantes; AVA-Asaja, Asaja Alicante-Jóvenes Agricultores, la UNIÓ de Llauradors, la Coordinadora Campesina CCPP-COA y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos UPA-PV. Por su parte, Delegación de Gobierno cifra la asistencia en 1.500 personas. Las asociaciones han contado con el respaldo de más de cien cooperativas, ayuntamientos y entidades de la sociedad civil, tanto del ámbito agrícola como del económico social y político.

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), Cristóbal Aguado, ha advertido que "el futuro del campo está en peligro" tras una campaña como la actual de "auténtico desastre" en la que los productores malvenden lo que plantan muy por debajo del coste. En esos mismos términos se han pronunciado Conchi y Encarna, agricultoras de Carcaixent, quienes contaron a LAS PROVINCIAS durante la manifestación cómo viven esta situación en sus propias carnes. "Este ha sido de los peores años con diferencia", ha explicado Conchi, quien ha insistido en la desventaja comercial a la que se enfrentan los cítricos valencianos respecto a los que llegan de Sudáfrica y Egipto. "Por 60 céntimos se están vendiendo 13 kilos de naranjas", ha añadido Encarna.

Este escenario, tal y como ha recordado Aguado, supone el abandono de tierras, que no haya jóvenes en el sector y "la ruina" de agricultores. "De una vez por todas, las administraciones tienen que dar ejemplo", ha urgido, y ha reivindicado que "la agricultura mediterránea debe tener futuro".

En la misma línea, el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, ha lamentado que el sector afronte una situación "dramática" cuando ha "tejido" la mayoría de pueblos valencianos. Ha defendido el modelo de pequeños y medianos productores frente al de "oligopolios alimentarios y fondos de inversión que están haciendo el agosto".

Y es que, a su juicio, no ha cambiado "prácticamente nada" para los agricultores desde la última 'tractorada' de 2020. "Estamos volviendo a los orígenes", ha avisado, además de confiar que vuelvan las lluvias "con ganas" porque la sequía es un problema de consecuencias irreversibles.

Los pequeños productores que han asistido a la manifestación hablan en la misma línea que los representantes del sector. "Nos hemos quedado sin un duro. Con estos precios que tiene la naranja y lo cara que está la luz no salen las cuentas. Yo ahora mismo daría lo que tengo de tierra por el jornal de un barrendero", ha contado Vicente Barberá, presidente del Pont de la Ermita de Foios, quien ha añadido que en su comunidad, hace 29 años, contaban con 2.100 fanegas a goteo (6560 metros cuadrados) y ahora solo tienen 450. "Un kilo de naranjas está entre 23 y 24 céntimos y nos pagan 10 y 12 céntimos el kilo", ha agregado.

Incertidumbre por Ucrania

El representante de la Unió también ha prevenido sobre los efectos que puede tener la invasión rusa en Ucrania para el sector agrario, ya que el país atacado es "un gran productor de cereal" y el conflicto puede incrementar el coste de los piensos para los ganaderos.

Y el secretario de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-PV), Ricardo Bayo, ha alertado de la competencia desleal de países de otros continentes porque supone "un coladero para las plagas", como el 'cotonet' de Sudáfrica que "está arrasando muchos cítricos en Castellón y se extiende a otras zonas a marchas aceleradas". "Así no podemos competir", ha resumido.

Por su parte, el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, ha llamado a "dignificar" la profesión de agricultor, recordando todo lo que han trabajado durante la pandemia para evitar el desabastecimiento. Ha animado así a los consumidores a reconocer su esfuerzo pagando el precio que merecen, ya que "no es posible que 18 kilos de naranjas supongan un café en un bar".

Problema estructural y político

Entre los políticos, el portavoz de Agricultura del PSPV en Les Corts, David Calvo, ha remarcado que las reivindicaciones "van más allá de un gobierno concreto" y entra en "un problema estructural que ya se está abordando" desde las administraciones. "Somos conscientes de los problemas, pero no podemos dejar de tener la mirada puesta en las soluciones", ha subrayado, y ha destacado logros como el tratamiento en frío para las importaciones de naranjas sudafricanas.

Por parte de la oposición, el presidente del PPCV y de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha lamentado que el campo valenciano tenga que volver a salir a la calle y ha advertido que está en una situación "insostenible" y de "abandono" por la falta de agua, la escalada de precios o la "injusta" subida de la cuota de autónomos. "Somos la reserva de la huerta de Europa y no vamos a consentir ni un ninguneo más", ha exclamado.

También la síndica de Cs, Ruth Merino, ha reclamado un plan de choque para salvar el campo después de una campaña "catastrófica" y ha criticado que "año tras año", sus demandas caen en saco roto. Por eso su grupo parlamentario ha registrado una iniciativa en la que pide un plan estratégico de eficiencia energética para reducir el coste o más apoyo a la marca de calidad de la naranja, un incremento de los controles y las inspecciones a los productos.

Y el eurodiputado y vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, ha achacado la situación del campo a la "demencial" política energética europea, ha lamentado que los agricultores pasan "más tiempo rellenando papeles que en su trabajo" y Ha denunciado la "criminalización" del sector "por parte de la izquierda apoyada por desgracia por el PP". "No es posible una política 'verde' con números rojos", ha ilustrado.

Al margen de los asistentes a la marcha, la delegada del Gobierno, la socialista Gloria Calero, ha emitido un comunicado en el que asegura que el ejecutivo central entiende la preocupación y está "firmemente comprometido", aunque remarca que hay "circunstancias que le son ajenas". Destaca además la próxima puesta en marcha de la Ley de Cadena Alimentaria y que la próxima Política Agraria Común (PAC) será sostenible y estará mejor repartida.

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