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Un adulto de D.citri, posado sobre una hoja LP
Un insecto portador de la plaga más letal para los cítricos entra en Europa

Un insecto portador de la plaga más letal para los cítricos entra en Europa

La interprofesional Intercitrus alerta de que la expansión del 'Greening' o 'Dragón amarillo' podría acabar con la citricultura valenciana y pide a la CE y al Gobierno medidas para evitarla

Lunes, 4 de septiembre 2023

Otra plaga podría extenderse por la citricultura mediterránea y, en este caos, se trata de la más letal conocida hasta ahora, según alertan desde Intercitrus. Se trata de a denominada 'Greening' o 'Dragón amarillo', que acabó con los cultivos de Florida y está mermando gran parte de la producción de Brasil. En concreto, se ha detectado en suelo europeo el insecto que porta esta enfermedad, de ahí que la interprofesional haya hecho saltar todas las alarmas y haya pedido a la Unión Europea y al Gobierno que tome medidas para evitar la proliferación de este vector y, por tanto, las probabilidad de que extienda la plaga.

«El Mediterráneo y la UE siguen siendo la única gran zona de producción citrícola que se resiste a sufrir la presencia de la enfermedad más devastadora, que es la causada por la bacteria Candidatus liberibacter que provoca el Huanglongbing o HLB (también conocido como Greening o 'Dragón amarillo')», explica la entidad. Según indica, en el norte de España y litoral atlántico se había ya detectado la presencia del insecto vector que porta la cepa africana, «más benévola», de esta enfermedad. El insecto que puede llevar la cepa más agresiva se llama Diaphorina citri, que es el psílido asiático que se ha detectado en Chipre.

Este hallazgo se suma ala detección de este mismo vector, confirmada en enero de 2022, en Israel, lo que ratificaría su capacidad para expandirse en el Mediterráneo, según Intercitrus. «En tanto se trata de un insecto regulado como de cuarentena, portador de una enfermedad cuya prevención, combate y detección está tipificada como 'prioritaria', las medidas de erradicación a adoptar en Chipre deberán ser inmediatas», destacan. En ese sentido, reclama a la Comisión Europea (CE) que, para asegurarse de su grado de cumplimiento, abra una investigación sobre el origen del foco, supervise y colabore financieramente en la ejecución de estas acciones.

«La presencia en nuestro país de uno o peor, el riesgo cada vez mayor de tener los dos portadores del HLB, nos hace pensar que la llegada de la bacteria más temida, frente a la que no hay cura y que ha sido capaz de reducir a la práctica nada la citricultura de Florida y menguar de manera patente la de Brasil, podría ser sólo cuestión de tiempo», señala la presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu. Por tal razón, la interprofesional reclama a las autoridades de las autonomías con producción de cítricos, al Gobierno y a la CE que contribuyan a reforzar «de inmediato» las medidas de prevención y las líneas de investigación abiertas para la lucha biológica contra estos vectores frente a los que no habrían insecticidas eficaces autorizados en la UE.

El 'Dragón Amarillo'

La interprofesional, incluso y dado también el beneficio global para la sanidad vegetal de la producción hortofrutícola europea, reclama a la CE que estudie la posibilidad de seguir el ejemplo de otras potencias occidentales –como EEUU, Australia o Japón- e introduzca algún requisito para fiscalizar la introducción de material vegetal en los equipajes de los pasajeros que accedan a la UE. Tal medida sería clave con tal de evitar la entrada del 'Dragón amarillo' o de sus vectores a la citricultura europea porque, según la interprofesional, para ello es «primordial» controlar que en el tráfico comercial o en el movimiento de personas no haya material vegetal hospedante.

Esta medida, añadida a las restricciones y controles vigentes, de otro lado, sería coherente con el hito que supuso aprobar, para la prevención de la 'Falsa polilla', el tratamiento de frío para las naranjas (que estos países ya aplican y lo hacen, en cambio, para todas las especies de cítricos).

«Diaphorina citri es el vector que más y mejor contribuye a propagar la especie asiática de la bacteria Candidatus Liberibacter asiaticus, la más destructiva: una vez infectados los árboles inevitablemente mueren en un período máximo de ocho años, dependiendo de la edad y condiciones del cultivo», cuentan desde la organizaicón. A diferencia de la psila africana (T. erytreae), que causa daños directos en los árboles, D. citri por sí misma no es una plaga dañina pero eso la convierte en más 'sigilosa', más complicada de detectar.

Además, un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA)-Universidad Jaume I y de la Universidad de Florida, ha acreditado que el patrón sobre el que se asienta la inmensa mayoría de naranjos y mandarinos en España –el Citrange carrizo– «es un hospedante extremadamente favorable para el desarrollo y reproducción» de esta psila.

El vector originario de Asia es el responsable de la expansión de la enfermedad en dos de las principales y más avanzadas zonas productoras del mundo: Brasil y Estados Unidos. La estrategia seguida en el primer caso, basada en la constante renovación, arranque del arbolado infectado cuando no abandono y ampliación a nuevas plantaciones pero, sobre todo, en el 'bombardeo' de las fincas con tratamientos fitosanitarios contra el psílido, tuvo «relativo éxito» durante décadas y permitió a la industria de Brasil consolidarse como primer exportador de zumo de naranja del mundo pero la fórmula parece haberse agotado.

Hoy, tras seis años consecutivos incrementando la incidencia, la enfermedad en todo el cinturón citrícola de São Paulo y el Sudoeste de Minas está presente en el 38% del arbolado y la razón de tal evolución se encuentra en el descontrol de la población de D. citri, que se ha hecho resistente a los insecticidas más eficaces hasta ahora usados.

En Florida, por su parte, se confirmó la presencia de la plaga en 2005 pero la enfermedad debió asentarse años antes: en la campaña 1997/98, alcanzó su récord de producción con 12,3 millones de toneladas (Tm ); en la actualidad ésa cifra se ha reducido a 740.534 Tm, la más baja desde 1930.

«España, en caso de que el HLB llegase, difícilmente podría contener la enfermedad y es casi seguro que la bacteria acabaría con nuestro sector a medio plazo», advierte Sanfeliu. Extrapolando las cifras de la evolución experimentada en Florida, en 7,5 años desde su posible entrada, la producción de naranjas, mandarinas y limones quedaría reducida a la mitad (de 7 millones de Tm a 3,6) y a los 15 años la citricultura pasaría a ser un cultivo residual.

La estructura minifundista y las más estrictas regulaciones europeas en materia medioambiental y de fitosanitarios –que prohíben los piretroides y neonicotinoides usados contra la D.citri- dejarían menor margen para la reacción a España que el que ha tenido Brasil o Florida. «Debemos ganar tiempo para encontrar soluciones con las que combatir la enfermedad», concluye la presidenta de Intercitrus.

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