La presidencia de Intercitrus vuelve a manos de Sanfeliu

La asamblea general ordinaria de la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus), clausurada este jueves por el conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, eligió como presidenta a Inmaculada Sanfeliu, representante de la Asociación de Organizaciones de Productores Integradas en el Comité de Gestión de Cítricos (CGC). Sanfeliu toma el relevo de Enrique Bellés y asume el cargo de carácter rotatorio por segunda ocasión.

En su discurso de aceptación, la presidenta Sanfeliu delineó los objetivos estratégicos de su mandato. Su principal meta es avanzar en el ámbito de la reciprocidad frente a la oferta citrícola de terceros países. Asimismo, busca evitar la introducción de plagas foráneas y se muestra «especialmente vigilante» en cuanto al cumplimiento del tratamiento de frío en las naranjas procedentes de países terceros que sufren la plaga de la 'falsa polilla'.

Otra de sus prioridades es excluir a los cítricos y al zumo de naranja del Acuerdo UE-Mercosur pendiente de ratificación. En cuanto a la sequía, Sanfeliu se compromete a minimizar sus efectos en la medida de lo posible y ha advertido sobre la «crítica» situación en zonas como la Cuenca del Guadalquivir o la del Guadiana, y hace un llamado a la implicación de todas las administraciones para preservar la riqueza de estos parajes.

Acto seguido, la también presidenta del CGC se ha mostrado partidaria de promover una nueva extensión de norma que sirva para financiar acciones promocionales «no sólo para incentivar el consumo sino para poner en valor ante el mercado las propiedades de los cítricos y zumos naturales, los estándares de calidad y seguridad alimentaria europeos asociados a las naranjas y mandarinas españolas frente a los reiterados incumplimientos en esta materia de la oferta de países no comunitarios».

Por su parte, Bellés ha hecho balance de esta última temporada y ha insistido en la prioridad de que la interprofesional «alcance un acuerdo desde el principio de campaña» que le permita ordenar el marco de contratación, para «inmediatamente» centrar sus esfuerzos en armar un plan de comunicación y de promoción del consumo de naranjas y mandarinas españolas con el que «revertir el declive de su demanda en el mercado interior y poner en valor sus atributos diferenciales como base de la dieta saludable y sostenible».

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