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S IRENE MARSILLA

La silenciosa extinción de la agricultura valenciana

El sector envejece. La edad media de los trabajadores del campo en la Comunitat se sitúa en 64,4 años, según un estudio de AVA-Asaja, que alerta de la falta de relevo generacional

LEA GUGELMANN

Valencia

Jueves, 4 de agosto 2022

Es una tradición que llevan haciendo desde hace medio siglo: Salvador Albiach y Paco Andrés se encuentran en el café de la cooperativa de Alboraya ... a la hora de almorzar. Los dos hombres son agricultores desde que acabaron el colegio, con 14 años. Hoy tienen, respectivamente, 87 y 78 años y siguen levantándose a la misma hora que el sol para ir al campo.

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Pertenecen a esa clase que nunca ha parado de trabajar y que seguramente nunca dejará de hacerlo, como aseguran ellos. No son una excepción. En la Comunitat los agricultores tienen una media de 64,4 años, según revela un estudio realizado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja). El envejecimiento agrario se explica, en parte, por la ausencia de jóvenes en el sector. «Gente joven aquí no hay para trabajar», afirma Paco Andrés. En Valencia solamente un 0,3% de los agricultores valencianos tiene menos de 25 años. Datos que son «terroríficos», según el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado.

Los jóvenes huyen de un sector que «no renta para vivir», como cuenta Salvador Albiach. «Mi jubilación no deja nada más que para pagar agua, luz, teléfono y la contribución y he cotizado desde los 20 años hasta los 65», lamenta. Es todo un sector que sufre y que se encamina a desaparecer. «Toda la huerta se está perdiendo», señala Paco Andrés. «Esto se pierde en esta generación si no se cambia hasta otro sistema», añade Albiach.

En este sector hay un amor a la tierra pero, sobre todo, un miedo absoluto a que sus tierras se vayan a perder. La Comunitat cuenta con casi 165.000 hectáreas de tierras agrarias sin cultivar, lo que convierte la región en la primera en términos de campos vacíos. «Antes era un negocio y muchos los vendieron, pero ahora no hay ni compradores», explica Andrés. «Hay muchos campos vacíos en Alboraya. Antes dos hermanos se pegaban por un palmo de tierra y ahora todo se está perdiendo», recuerda Salvador Albiach.

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Con los agricultores que envejecen y las tierras que se pierden, el futuro del sector se vislumbra sin esperanza. «De aquí a diez años no quedarán agricultores», constata el presidente de la cooperativa de Alboraya, Vicente Gimeno, que almuerza con Salvador y Paco en el café y que se suma a la conversación.

Por parte de los agricultores hay inquietudes y un sentimiento de abandono. «¿Y los viejos a donde van?», pregunta Albiach. El presidente de la cooperativa resalta la necesidad de tomar en cuenta a los agricultores por parte de los políticos: «Necesitamos que el Gobierno nos trate como merecemos». «Somos como de la tercera clase», confiesa. Para hacer frente a la situación, el colectivo AVA reclama «medidas de mercado verdaderamente eficaces, especialmente sobre la ley de la cadena alimentaria y las importaciones foráneas. En cualquier otro sector las alarmas estarían encendidas, pero parece que a los políticos les importa un bledo lo que les suceda a los productores agrarios», según un comunicado. La organización agraria explica la situación por «el pobre presupuesto que la Generalitat Valenciana destina a las partidas agrarias, agravado por la infrafinanciación autonómica, y la falta de una hoja de ruta que amplíe y modernice nuestras estructuras agrarias».

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El comercio

Para Gimeno el declive de los agricultores es por la falta de comercio de proximidad: «La globalización nos ha comido a todos los agricultores. Antes vendíamos nuestros productos en los mercados de la capital, se abastecía a los pueblos. Todo eso se ha terminado, no podemos competir». El sector se está muriendo poco a poco y Paco Andrés, Salvador Albiach y Vicente Gimeno son los vestigios de una España lejana que no existe ahora. Son las pruebas vivas de toda la falta de consideración a los que dan el sustento al país. Con su marcha se deja atrás también toda una cultura que va a desaparecer.

El envejecimiento del mundo rural es una realidad no solamente española. En la Unión Europea, únicamente el 11% de las explotaciones agrícolas están dirigidas por agricultores de menos de 40 años. En España, el 4,5% de los agricultores son menores de 35 años. La Comunitat ostenta el mayor porcentaje de agricultores mayores. Uno de cada dos labradores valencianos tiene más de 65 años y sólo uno de cada 300 tiene menos de 25 años. Y la población que alcanza la edad media agraria más elevada es Guardamar de la Safor con una media de 79,12 años.

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Por ello, los agricultores hacen sonar la alarma sobre el estado actual del sector pero sin llegar a hacerse oír. Y en algunos tiempos, a la hora de almorzar en el café cooperativa social de Alboraya, no se podrá escuchar la historia de estos trabajadores que dedicaron su vida al campo.

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