
C. BONELL
Lunes, 11 de octubre 2021, 00:00
valenciA. El cultivo de árboles truferos empieza en un buen vivero, donde se produzcan plantas micorrizadas de calidad y con garantía de que tienen lo que deben tener. Como lo hace Eliseo Palanca en su vivero 'Alto Palancia', en El Toro; una empresa familiar de la que salen unos 80.000 plantones anuales de carrascas truferas que tiene prácticamente vendidas de un año para otro. Sus clientes no solo son de la comarca, sino que le llegan pedidos de todas las zonas de expansión del cultivo en España, incluso de Soria y Cataluña, hasta donde llega su fama de seriedad. Porque las altas exigencias de calidad que Eliseo se autoimpone en la crianza de las plantas determinan la seguridad de que las raíces estén bien 'contaminadas' para que luego se desarrollen las trufas; que se inoculen las esporas con conocimiento y plena garantía, y eso se lo reconocen plenamente los truficultores que saben y comparan. También produce en el vivero algo de robles y avellanos micorrizados, a demanda de agricultores que los prefieren por las condiciones de cada lugar.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.