El aviso de la OCU sobre el precio del butano a partir de 2024

Desde que comenzara la guerra de Ucrania, la bombona de butano ha experimentado variaciones en su precio, pasando de su punto más bajo en octubre, a 14,43 euros, a un aumento reciente hasta los 15,14 euros, que es el máximo permitido por la normativa vigente desde el 21 de noviembre. Esta subida marca el fin de seis revisiones consecutivas a la baja.

La revisión bimestral del precio de la bombona de butano se realiza el tercer martes de cada mes y se determina según el coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar. La fluctuación del precio, ya sea al alza o a la baja, está limitada al 5%, acumulándose cualquier exceso o defecto para futuras revisiones. Según la OCU, este precio se mantendrá hasta el tercer martes de enero de 2024, cuando se llevará a cabo una nueva revisión.

La subida actual se atribuye principalmente al aumento de la cotización de las materias primas (+8,3%), al fuerte encarecimiento de los fletes (+26,6%) y a la depreciación del euro frente al dólar (-3,3%) durante el bimestre. Aunque esta situación es común con la llegada del frío, ya que la demanda aumenta, es importante destacar que el precio sigue siendo un 20% menor que el año anterior. En 2021, las sucesivas revisiones llevaron el precio de la bombona a un máximo histórico de 19,55 euros en mayo de 2022.

A pesar de las fluctuaciones, el precio actual de la bombona de butano es alrededor de tres euros menos que en noviembre de 2022. Tal y como explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es pronto para saber cuál será la evolución del precio del butano en 2024, aunque por ley, no podrá sobrepasar el 5% con respecto al año anterior.

Según la entidad, « casi cualquier cosa puede pasar». Por el momento, «lo único seguro es que el consumo en estos dos meses va a ir aumentando a medida que haga más frío, de modo que el impacto de la revisión seguramente será mayor para los bolsillos de los consumidores, sea en el sentido que sea», añade.

Así, se espera que el impacto en los consumidores aumente durante los meses de invierno, independientemente de las conjeturas sobre la próxima revisión en enero. Estos cambios afectan, sobre todo, a los usuarios de la bombona tradicional de butano, la cual representa la mayoría de las consumidas en España: 53 de los 68 millones de bombonas de butano que se consumen en el país.

• Temas
• Gas
• Ucrania
• España