Baleària gana 67 millones de euros pese al impacto del gas y obtiene cifra récord de pasajeros en 2022

Estas cifras cobran especial relevancia en un año marcado por el incremento desborbitado del precio del gas. «Una eficiente gestión del gasto y una adecuada capacidad de adaptación a un entorno volátil han sido las claves, así como las acertadas decisiones tomadas con anterioridad en el mercado de derivados del combustible», declara Utor, quien destaca la facturación del pasado ejercicio como «histórica» dentro de sus 25 años desde su fundación.

«El retorno del turismo ha venido fuerte. Además, Baleària no paró de abrir nuevas líneas durante la pandemia, pese a que fuera un freno para todos, la compañía no ha parado y eso se ha traducido en un volumen de negocio que ha superado la cifra de 2019», agrega el presidente de la compañía. Además, facturó un EBITDA de 140 millones de euros, un 36% más que en 2021. «Se trata de los volúmenes más elevados de la historia de Baleària», afirma.

En cuanto a la posibilidad de volver a consumir GNL, Utor explcia que dejaron de consumirlo en cuanto se volvió inasuminble. «La compañía no tuvo otra que optar por el diésel. Hemos vuelto al GNL en los motores que son duales, a gasoil y gas. En dos buques en concreto. En la medida que vuelva a tener unos costes asumibles, volveremos a consumir GNL», afirma el presidente que, por otro lado, ha adelantado que adquirirán uno o dos barcos más este año.

Sobre la reapertura de la frontera de Marruecos, Utor indica que se ha restablecido el flujo de pasajeros y que han abierto una línea recientemente. «Estamos en disposición de buscar nuevas rutas con marruecos y posicionarnos en Europa. Argelia se cerró y ahora solo mantenemos una línea, Mostagred, y a mínimos, ya que las relaciones internacionales han afectado. Pero los problemas con Argelia se compensaron con Marruecos», explica. En ese sentido, considera que Argelia y Túnez tienen margen para desarrollarse, con industrias muy potentes en alza con el fenómeno de la relocalización. «Nosotros vamos a estar alerta para ver que las cosas se puedan cambiar con Argelia y establecer nuevos tráficos», señala.

«En cuanto al norte de España, es una oportunidad también que estamos estudiando, las llamadas autopistas del mar. Es un proyecto que se encuentra en stand by, con los costes actuales no es apetecible, preferimos consolidarnos donde estamos», asegura Utor, que destaca que no descarta crecer en Bahamas y Cuba. «Antes de hacer nuevas aperturas en mercados exteriores, tenemos que consolidar bien los tráficos nacionales que hoy se encuentran un poco convulsos con la llegada y salida de operadores internacionales, como el caso de Trasmediterránea en Baleares y situaciones complicadas en los tráficos de Canarias», agrega.