La Comunitat Valenciana pierde un centenar de sucursales bancarias más y roza registros de 1975

Los registros del Banco de España evidencian que la Comunitat Valenciana empezó el actual ejercicio con 1.800 sucursales y que el mayor retroceso se ha producido durante el segundo trimestre, que es hasta donde abarcan los datos actualizados. La provincia de Valencia tiene en la actualidad 879 oficinas, Castellón 221 y Alicante 606. En esta última es donde más se ha notado el retroceso y es una de las que más lo sufre también a escala nacional. Sin embargo, el descenso es generalizado en las tres.

Las cifras actuales están lejos de los máximos alcanzados antes de la crisis económica y financiera que llevó a la desaparición de casi la totalidad de las cajas de ahorro. Entonces había algo más de 5.000 sucursales en la Comunitat Valenciana. Los registros ya son muy similares a los de 1975, una época en la que se marcó el mínimo histórico desde que existen estadísticas. Ese año se finalizó con solo cuatro menos que las de la red actual.

Desde 2008 el número de sucursales bancarias no ha dejado de caer. A partir de entonces el recorte ha sido constante, aunque el mismo se ha acelerado desde la pandemia. En marzo de 2020 había 600 bancos más que en la actualidad. En este período desapareció la marca Bankia, la heredera de la antigua Bancaja que pasó a formar parte de Caixabank, que en su día también absorbió al Banco de Valencia.

De esta forma, la Comunitat Valenciana ha sido el principal escenario de esta operación de concentración de bancos que también llevó a la adquisición de la CAM por parte de Sabadell. Algo que ha contribuido a que sea una de las autonomías en las que más se ha notado el cierre de sucursales bancarias. En las últimas dos décadas las clausuras han afectado al 58% de las mismas y por delante tan solo se sitúa Cataluña, con un 68,7%. Todo el proceso tiene un componente nacional y afecta a muchos países europeos, aunque tiene una especial incidencia en España.

Además, es en Valencia donde ha nacido el movimiento más importante de contestación frente a este recorte. Lo ha hecho de la mano de Carlos San Juan, un médico jubilado que ha puesto en aprietos a los bancos y ha forzado al Gobierno a actuar de forma más contundente.

Las clausuras se producen en el mundo rural, que cada vez sufre más la exclusión financiera, pero también en las ciudades, donde un ciudadano tiene que desplazarse más para llegar a un cajero de su banco. El retroceso de 2022 coincide con el fin del ERE de Caixabank, que en la Comunitat Valenciana se ha traducido en casi 800 salidas mediante prejubilaciones que se terminaron de materializar en junio. En menor medida, otros gigantes como Santander también han seguido proceso similares en los últimos meses, así como gran parte de los principales actores del sector.

En las diferentes entidades sostienen que esta medida responde a un cambio en las preferencias de los consumidores y a la digitalización de la mayor parte de la población. Además, recuerdan que aunque cierren sucursales en municipios con población más reducida fomentan que el servicio se siga prestando a través de oficinas móviles que están instaladas en autobuses.