Bruselas retrasa la alianza de Air Nostrum con CityJet por su efecto en la competencia

Valencia. La burocracia europea tiene sus propios tiempos y esto es algo que están experimentando la aerolínea valenciana Air Nostrum y la irlandesa Cityjet. Aunque la alianza entre ambas se firmó en junio y estaba previsto que a finales de 2018 se pudiera dar un nuevo paso adelante, la Dirección General de Competencia de la Unión Europa sigue analizando todavía la operación para darle el visto bueno.

En punto de fricción no está en Air Nostrum, sino en Cityjet, ya que opera una amplia red regional de vuelos en virtud de contratos de 'wet lease' con Air France, Brussels Airlines y SAS. La clave son los servicios de 'wet lease', o alquiler de aviones con tripulación, que las autoridades comunitarias están analizando con especial detenimiento.

Los irlandeses cuentan con una flota de más de 40 aviones en 9 bases europeas, 22 de ellos nuevos jets regionales Bombardier CRJ900 adquiridos específicamente para este servicio que también Air Nostrum quiere desarrollar a través de Hibernia, con sede también en Irlanda y para la que está pendiente de obtener licencia.

La nueva empresa que formen Air Nostrum y Cityjet será el mayor grupo de aerolíneas regionales de Europa y se constituirá como una sociedad 'holding' compuesta por el 100% de las acciones de ambas empresas. Lo que le toca a cada socio de la nueva entidad se establecerá, tras hacerse la 'due diligence' necesaria. Este paso depende del cierre de las cuentas de 2018 de ambas sociedades, que se prevé tener concluido hacia el mes de marzo, momento a partir del cual acometer el reparto, al igual que se fijará el nombre de la nueva empresa, la sede o el equipo de gestión.

Ya en el anuncio, el presidente de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, negó que sea una fusión sino «una alianza como IAG», al no haber competencia entre ellas y ser complementarias. Cada aerolínea va a tener su sede en su ciudad de origen, continuando con las licencias para los países donde trabajan.