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En un mundo empresarial cada vez más enfocado en el sello distintivo del buen gobierno corporativo dentro de las estrategias ESG, es decir, medioambientales, sociales y de gobernanza, la certificación independiente de estas prácticas cobra cada vez más importancia para consolidar la ética y la sostenibilidad de los negocios. La transparencia por parte de las empresas de cara a los inversores, los equipos y la sociedad en general, es clave en el contexto actual.
En esta línea, AENOR ha lanzado la evolución de su certificación de certificación de Buen Gobierno Corporativo. Gracias a la colaboración y asesoramiento de entidades de prestigio nacional e internacional como Deloitte Legal, Ernst&Young Abogados, PwC Tax & Legal y el despacho Garrigues, AENOR ha incorporado una nueva versión que recoge las mejores prácticas actualizadas en materia de Buen Gobierno Corporativo y mejora su contenido, permitiendo que las empresas demuestren su buen desempeño en este campo ante sus 'stakeholders' clave: inversores, 'proxies', clientes, empleados, el propio regulador y la sociedad en general.
El Modelo del Índice de Buen Gobierno Corporativo (IBGC v.2.0) está basado en siete variables, dentro de cada una se han agrupado un total de 180 indicadores a los que se ha asociado una puntuación de manera individual, criterios y sistema de certificación por niveles. Las variables se centran en aspectos como la composición del consejo de administración, funcionamiento y competencias del mismo, comisiones, retribución, junta general de accionistas, transparencia y otros aspectos de gobierno corporativo.
La directora de los ámbitos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG en sus siglas en inglés) de AENOR, Mayrata Conesa, destaca las novedades introducidas en la renovación de la certificación de Índice de Buen Gobierno Corporativo emitida por la entidad: «Hemos actualizado su estructura, pasando de nueve variables a siete, mejorando la agrupación de temas de gobierno corporativo. Eliminamos lo estrictamente legal y nos orientamos a las recomendaciones y mejores prácticas, reforzando la puesta en valor del principio de transparencia».
Esta actualización simplifica la evaluación y refleja la evolución de las cuestiones clave en el gobierno corporativo. Conesa subraya que «esta nueva versión se alinea más con cuestiones que son cada vez más relevantes como la sostenibilidad, transparencia, enfoque a riesgos... Reforzamos el principio de transparencia y dotamos a la certificación de un contenido más alineado con estos aspectos».
En cuanto a las obligaciones en ámbitos medioambientales, sociales y de lucha contra el fraude, según la Guía de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Conesa aclara que estas son recomendaciones sobre las cuales las empresas cotizadas deben reportar anualmente. Están orientadas especialmente a la composición y funcionamiento del órgano de gobierno y su relación con los accionistas. No hay una jerarquía de dificultades, pero la ejecución eficiente de estas recomendaciones implica un compromiso riguroso.
«La guía de la CNMV establece un conjunto de recomendaciones sobre las que las empresas deben reportar anualmente. Son especialmente importantes para la composición y funcionamiento del órgano de gobierno y su relación con los accionistas«, destaca Conesa. »Cada una de estas recomendaciones tiene su complejidad, pero la clave está en la ejecución eficiente y en la voluntad de las empresas para asumir este compromiso».
Conesa destaca, asimismo, la vital importancia del buen gobierno corporativo en el contexto empresarial actual. Este conjunto de normas, principios y procedimientos regula la estructura y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa. Un buen gobierno corporativo es esencial para cumplir objetivos en materia ambiental y social. La responsable de ESG de AENOR enfatiza que «un buen modelo de gobierno corporativo es el pilar que permite avanzar en la toma de decisiones sobre otras soluciones de certificación relevantes para la compañía«. Para Conesa, »desde ese modelo es desde el que se va a trabajar la estrategia empresarial. Y lo mismo ocurre con un concepto muy actual como es la sostenibilidad».
Con la renovación de esta certificación, AENOR busca «impulsar que aquellas empresas comprometidas con una sostenibilidad integral y que contemplan las vertientes ESG diseñen sus estrategias tomando el buen gobierno corporativo como elemento clave para la integración de la sostenibilidad en las empresas y su capacidad para la creación de valor sostenible a largo plazo«, afirma Conesa.
Las tendencias emergentes en buen gobierno corporativo que las empresas deben tener en cuenta incluyen la sostenibilidad y su integración en la estrategia empresarial, así como los riesgos de 'compliance' (cumplimiento). La transparencia y la gestión también están en el foco, lo que indica una evolución hacia un enfoque más holístico y responsable en la gestión empresarial. También «está cobrando especial relevancia la gestión de la información que debe ser puesta a disposición de grupos de interés», puntualiza Conesa.
AENOR, a través de su certificación de Índice de Buen Gobierno Corporativo, establece estándares de transparencia y eficacia e impulsa a las empresas hacia un futuro sostenible. La integración de principios éticos y la atención a las preocupaciones medioambientales y sociales se vuelven fundamentales para el éxito a largo plazo, y AENOR, con su enfoque innovador y su compromiso con la sostenibilidad, se erige como un guía indispensable para la excelencia corporativa.
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