La nueva CaixaBank comienza hoy su andadura como el mayor banco de España con 20 millones de clientes y más de 623.000 millones de euros en activos totales. Y lo ha hecho en Valencia, donde mantendrá su sede social (las operativas estarán en Madrid y Barcelona) y donde ya se ha realizado la inscripción de la nueva entidad en el Registro Mercantil. Los próximos hitos se darán el próximo lunes, cuando las acciones de Bankia se transformarán en las de CaixaBank, y el martes, cuando se reúna el consejo de administración. Será ese día también cuando José Ignacio Goirigolzarri pasará a ser oficialmente presidente de la nueva entidad bancaria.
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«Hoy constituimos el primer banco de España. Somos muy conscientes de los retos y de nuestra responsabilidad ante nuestros accionistas, clientes, equipos y sociedad. Más allá de los números y de los ranking, el propósito es estar más cerca de los clientes y apoyar a las empresas y familias españolas, apoyar a la sociedad española para salir de esta crisis», ha asegurado en la rueda de prensa celebrada esta mañana.
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Por su parte, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha resaltado que ha llegado «el día D, que es hoy, y la hora H, que está siendo ahora», un proceso en el que han trabajado cerca de 1.500 personas y en el que se han realizado un millar de tareas. Para 2021 ha apuntado que sobresalen dos hitos: la reestructuración organizativa, que implicará la salida de una parte de la plantilla, y la integración tecnológica, que se pretende tener a final de año.
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Respecto al proceso de recorte de la plantilla, Gortázar se ha limitado a señalar que las reuniones con los sindicatos comenzarán tras la Semana Santa, que se realizará en una única fase (se espera tenerlo listo a lo largo del próximo trimestre) y que responderá a varios criterios: que no sea dramático y que prime la voluntariedad y la meritocracia.
Ya durante este fin de semana comenzarán los trabajos del proceso de transición de marca, que será progresivo. Así, entre este fin de semana y durante los próximos siete días, comenzará la sustitución de la rotulación de los edificios corporativos emblemáticos. En el caso de las oficinas, el cambio se iniciará también en paralelo y se prolongará durante varias semanas, con la previsión de finalizarlo antes del verano. Los canales electrónicos (web, móvil y cajeros) se personalizarán para incorporar la imagen de CaixaBank a la de Bankia hasta la definitiva integración tecnológica.
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Pese a la integración formal, culminada hoy, la operativa de los clientes no cambiará, prácticamente, hasta la migración de la plataforma operativa de cada entidad. Así, las cuentas corrientes y las libretas de ahorro cambiarán de numeración. Este cambio, sin embargo, no afectará a los recibos domiciliados ni a las transferencias ni a los abonos recibidos. Por tanto, no será necesario que el cliente realice ninguna gestión. Los créditos e hipotecas contratados mantendrán igualmente las condiciones pactadas.
Por lo que se refiere a las tarjetas de Bankia, podrán utilizarse hasta que el usuario realice la activación de las tarjetas de CaixaBank que recibirá en su domicilio, tras la integración de los sistemas informáticos.
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Además, a partir de hoy mismo, todos los clientes de CaixaBank y Bankia podrán efectuar reintegros a débito con sus tarjetas, sin comisión alguna, en los 14.000 cajeros de la red conjunta en España que tendrán ambas entidades tras la fusión.
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