

Secciones
Servicios
Destacamos
A. CERVELLERA/CAMARERO
Viernes, 7 de mayo 2021, 00:37
Valencia. La absorción de Bankia por parte de Caixabank ha tenido un impacto directo en la cuenta de resultados del que ya es el primer banco de España. La entidad registró nada menos que 4.786 millones de beneficios en el primer trimestre como consecuencia de la operación, tal y como notificó ayer en una rueda de prensa celebrada en Valencia, donde está la sede social de la firma. Es una realidad que la fusión con la heredera de Bancaja ha 'inflado' las cuentas ya que el propio Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la sociedad, admitió que estos resultados son irreales y que la propia actividad de Caixabank generó un beneficio de 514 millones. El dato está muy por debajo de los casi 4.800 registrados pero aún así es un avance significativo frente a los 90 millones del ejercicio anterior.
Se considera que los resultados van en el buen camino pero contrastan con el otro gran debate al que se enfrenta Caixabank, el ERE que afectará a casi 8.000 trabajadores, un 16% de la plantilla. Del total de implicados, 942 corresponden a la Comunitat. Gortázar defendió que si no se aplica este ajuste laboral «estarán en riesgo los otros 43.000 puestos de trabajo» que se quedan en la corporación.
En este punto, Gortázar hizo referencia directa a las críticas planteadas por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, al respecto de la oportunidad de los ERE en un momento como el actual y con el Estado participando con un 16% en el accionariado de la entidad. Sin embargo, el ejecutivo recordó que CaixaBank y Bankia «obtuvieron todas las autorizaciones de supervisores y reguladores» para iniciar su integración, y que este proceso «suponía unas sinergias conocidas por todas las partes». «Cuando se hizo la fusión se planteó que una de las razones era buscar sinergias para evitar solapamientos» sobre todo en lo relativo a las oficinas y, por tanto, a sus plantillas. «Si tenemos un solapamiento de más de 8.000 personas, hay que darles salida», aclaró.
Gortázar señaló que el consejo de administración de CaixaBank (donde el Estado tiene un sillón a través del FROB) «escuchará» las opiniones que les planteen en torno al ERE, pero que se trata de un ajuste que el banco, y el sector, debe acometer «porque la digitalización va a mucha velocidad». «Si llegamos a un acuerdo tendremos el respeto del resto de la sociedad e incluso el de las personas que están en el Congreso y el Gobierno», afirmó. El banco espera llegar a un acuerdo con los sindicatos en junio, aunque las salidas no se irán materializando hasta bien entrado el año 2022. Además, se admite que todas las partes tienen que ceder en la negociación y se abre así la puerta a rebajar el impacto del ERE.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.